-Por suerte Pancho no se va, va a seguir conmigo. El nos
trajo y convenció al que va asumir en breves segundos.
-Fue un verdadero honor trabajar con Juanjo estos dos años y
medio. A él le tocó lidiar con ser el portador de las malas noticias para los
argentinos.
Acaso advertido de que el contexto en el que se dieron sus
salidas no fue el ideal y que en su Gabinete se vivieron horas de mucha
intranquilidad, Mauricio Macri se preocupó por ofrecerles una despedida más
cálida de lo habitual a los ahora ex ministros Francisco Cabrera y Juan José
Aranguren. El reconocimiento público del Presidente, que incluyó la entrega de
una medalla para cada uno, con la frase “Por su vocación y compromiso con la
Argentina”; fue durante el discurso que pronunció en el Salón Blanco de Casa
Rosada, en el acto de jura de sus sucesores, Dante Sica (Producción) y Javier
Iguacel (Energía), donde altas fuentes oficiales aprovecharon para reiterar que
“se terminaron los cambios de ministros” y que las únicas variantes que habrá
serán “puertas adentro de cada ministerio”.
Jocoso, en su primera aparición pública desde que MSCI
recategorizó a la Argentina como mercado “emergente” y luego de que el
directorio del Fondo Monetario Internacional aprobara oficialmente el crédito
de US$ 50 mil millones, Macri utilizó la primera parte de su alocución para
alimentar la autoestima de los suyos. “Esto se ha logrado con los argentinos y
con un gran equipo de Gobierno, que viene batallando”, aseguró. Aunque ya no
circulaban tantos rumores como en las primeras horas posteriores a los despidos
de Araguren y Cabrera, buscó así despejar dudas respecto a la continuidad del
resto de los ministros. “Nadie trabaja tranquilo si piensa que en cualquier
momento lo podés echar”, fue el análisis que realizó ante Clarín uno de los que
sonó para dejar su cargo.
Ayer, en cambio, Macri no escatimó elogios para los
salientes. “Quiero agradecerle a Pancho, con quien hace 12 años que estamos
recorriendo este camino de soñar en esa Argentina que nos merecemos”, le dijo a
un emocionado Cabrera, que va a tener despacho como asesor presidencial en la
Casa Rosada y, al mismo tiempo, asumirá como nuevo titular del Banco de Inversión
y Comercio Exterior (BICE). En tanto, la dedicatoria a Aranguren implicó
también una defensa de su gestión: “Como diríamos en el barrio, 'le tocó bailar
con la más fea', porque la del Gobierno anterior fue la peor política
energética de la historia del país”. En ese sentido hasta se permitió bromear
con los memes que circulan por las redes sociales y aseguró: “Me parecen muy
bien, sirven para concientizar del ahorro”.
Macri también tuvo gestos para los recién llegados: se
mostró feliz por haber “convencido” a Sica y bromeó con Iguacel al calificarlo
como “un petrolero oculto en Vialidad Nacional”.
Con todo, cerca del Presidente y del jefe de Gabinete Marcos Peña se esforzaron por aclarar que “se terminaron los cambios de ministros”, al menos “en esta etapa”. Los más contundentes se animaron a decir que “hasta diciembre” no habrá más movimientos. Esto implica, aseguran, que Macri tampoco dispondrá la fusión, o reconversión en secretarías de Estado, de ministerios.
Sin embargo no incluyen “situaciones excepcionales” que se
puedan dar. ¿A qué se refieren? Si algún ministro decide irse por su cuenta,
por ejemplo. En efecto, hay quienes recuerdan que, cuando Clarín contó que el
Gobierno analizaba frenar la rebaja gradual de retenciones a la soja, Luis
Miguel Etchevehere amenazó con irse, algo que cerca del ministro de Agroindustria
niegan rotundamente que haya sucedido. ¿Qué sucederá si el plan que impulsaba
el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne finalmente se concreta?
Por lo pronto, donde se descuenta que sí habrá cambios será en Producción y Energía. Pero eso sucederá luego del análisis que Sica e Iguacel harán de los equipos que heredaron.