Sorpresivamente, la Cámara Federal sobreseyó al juez de la Cámara de Casación Juan Carlos Gemignani, quien había sido imputado por privar de su libertad a una secretaria de ese tribunal por no realizar un inventario que había ordenado el magistrado durante la feria judicial. El hecho ocurrió el 28 de julio de 2016, cuando el magistrado de turno durante el receso- le ordenó a María Amelia Expucci-entonces prosecretaria de la sala I de la CFCP- que lleve adelante un inventario sobre unas cajas depositadas en una de las salas del edificio, las cuales contenían plasmas y computadoras de un programa del Ministerio de Planificación Federal. El objetivo de Gemignani era avanzar en una denuncia contra su par, Ana María Figueroa, a la que planeaba acusar de dádivas por haber aceptado material que había sido remitido por la cartera que conducía Julio De Vido.

La funcionaria le explicó en ese momento que debía esperar la presencia de otro juez para efectuar el inventario, y allí fue que Gemignani ordenó su detención por haberlo desobedecido. Tras el increíble episodio, donde se ordenó el arresto de la empleada, el juez Marcelo Martínez De Giorgi procedió a su liberación y al sobreseimiento en la denuncia que el juez le realizó por "encubrimiento". Luego, la fiscal federal Paloma Ochoa imputó al juez de Casación por haber realizado una detención ilegal en el marco de un patrón cultural de violencia hacia las mujeres. Le pidió su indagatoria al juez Rodolfo Canicoba Corral, algo que nunca se llevó a cabo. Gemignani intentó recusar a la fiscal, hasta que finalmente en una controvertida decisión dentro de Comodoro Py lo consiguió. La resolución fue exprés. 

Para la Sala I de la Cámara Federal, Gemignani no cometió delito porque ordenó la presunta detención de la empleada judicial por una cuestión de "flagrancia". De todas formas, enviaron el expediente de Gemignani al Consejo de la Magistratura, en caso de que se evalúe alguna sanción en un comportamiento sin precedentes.