Juan Jesús Fernández, el dueño del auto desde donde dispararon y mataron al funcionario Miguel Marcelo Yadón e hirieron al diputado nacional Héctor Olivares , afirmó que el tirador fue su primo Juan José Navarro Cádiz, el joven de 25 años detenido ayer a la mañana en Paysandú, Uruguay .

Fernández, conocido como Mohamed, negó que el ataque haya estado relacionado con una venganza por razones sentimentales como sospecharon los investigadores, según informaron a LA NACION fuentes judiciales.

De 42 años, Fernández fue indagado a la madrugada por el juez Mariano Iturralde, titular del Juzgado Criminal y Correccional N 16, y su relato coincidió con la declaración de su hija, Estefanía Fernández Cano, quien ya había sido indagada como instigadora del ataque.

Además, Fernández sostuvo que la pistola calibre .40 secuestrada por la Policía Federal Argentina en un departamento situado en Montevideo 76 fue el arma homicida.

Fernández fue detenido ayer por la mañana en Concepción del Uruguay por la Policía de Entre Ríos.

"Dos drogadictos"

Durante la madrugada, el juez Iturralde y la fiscal Estela Andrades también indagaron a Miguel Navarro Fernández, padre del presunto tirador y tío del dueño del auto desde donde dispararon a Yadón y Olivares.

Navarro Fernández era quien conducía el vehículo interceptado por la Policía de Entre Ríos en Concepción del Uruguay donde viajaba Juan Jesús Fernández.

"Navarro Fernández sostuvo que su hijo y Juan Jesús Fernández no tienen ningún vínculo con las víctimas y que son dos drogadictos que se juntan siempre en esa plaza a consumir y tomar alcohol", afirmó a LA NACION una fuente judicial.

Para Navarro Fernández el brutal ataque fue por el "consumo de drogas". "El padre de Navarro Cádiz sostuvo que la agresión fue de casualidad", agregó la fuente consultada.

Las declaraciones indagatorias de Juan Jesús Fernández, su hija Estefanía, Navarro Fernández y Navarro Cádiz fueron coincidentes sobre la falta de planificación en el ataque y la inexistencia del móvil, como sostienen los investigadores policiales.

Al ser indagados, los imputados no tiene la obligación de decir la verdad.

"Ahora que ya está asegurada la prueba principal y tenemos a todos los sospechosos detenidos vamos a ir analizando y completando la prueba en detalle para ver qué fue lo que realmente pasó", afirmó un detective judicial.

Los investigadores judiciales, según pudo saber LA NACION, van chequear la versión de los imputados y con otras pruebas intentar establecer el móvil del ataque.