Control central

En esta elección presidencial, la fuerza kirchnerista ha decidido cambiar de búnker: el ahora denominado “Frente de Todos” optó por un nuevo lugar, y olvidó el habitual Hotel Intercontinental, donde Néstor y Cristina Kirchner solían montar su centro de operaciones para la espera del resultado electoral. Esta vez será en el “Complejo C”, en Corrientes 6271, pleno barrio de Chacarita, en la Ciudad de Buenos Aires. Este espacio artístico y cultural se montó poco tiempo atrás y cuenta con 6.000 metros cuadrados, distribuidos en cuatro plantas, una terraza que supera los 200 metros que permite realizar actividades al aire libre y que tiene una capacidad total de 4.500 personas.

Ahora, en campaña, lo han usado para cerrar la campaña de Matías Lammens y este domingo, será el lugar donde Alberto Fernández y los suyos (sin Cristina Kirchner que se queda en Santa Cruz) montarán su búnker, a la espera de los resultados finales de las PASO. El lugar es propiedad de varios socios:uno de ellos es Ignacio Saavedra, ex funcionario kirchnerista, que pasó por la AFSCA de la mano de Martín Sabbatella. El lugar está destinado a actividades culturales que cuentan con la dirección artística de Javier Grosman, hombre clave para la administración de CFK con la organización del Bicentenario y la feria Tecnópolis. El lugar fue elegido tras debatirse entre ese complejo y un hotel céntrico. La definición se discutió entre el grupo de trabajo de Alberto Fernández (emplazados en el local de la calle México en San Telmo) y el esquema de comunicación del Instituto Patria, reducto K donde Cristina tiene sus oficinas. Parte del relato...

Vamos de paseo

En esta campaña, varios se movieron exclusivamente en autos, para sobreactuar austeridad y evitar ser vistos en aviones “prestados” por empresarios quienes, después de la “causa de los cuadernos” tienen la gentileza temerosa. Veamos varios casos: Alberto Fernández y Axel Kicillof por el lado del peronismo y Elisa Carrió, por parte del oficialista “Juntos por el Cambio”. El pre candidato presidencial del “Frente de Todos” fatigó una camioneta Hyundai donde musicaliza con rock nacional los trayectos. Los cuatro viajes, en total, a la provincia de Córdoba los hizo en esa Van, así como la ida a Necochea, 512 km al sur en la provincia de Buenos Aires. En su kilometraje quedaron ancladas la provincia de Santa Fe y localidades bonaerenses como Zárate, San Nicolás o Balcarce. Parejo con el postulante presidencial estuvo Axel Kicillof, quien anduvo por toda la Provincia en un destartalado Clio. Junto al candidato a gobernador bonaerense, viajaron siempre Carlos Bianco -dueño y conductor de la nave además del jefe de campaña- su jefa de Prensa Jesica Rey y Nicolás Beltram, secretario de Axel desde varios años atrás. Por último, a pesar de mostrarse moderada y sin declaraciones rimbombantes, Elisa Carrió recorrió Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos y gran parte de la de Buenos Aires, como Pergamino, Mar del Plata y Bahía Blanca. En este caso, en autos varios, como los que suele brindarle su custodia (ella misma dijo “tengo que andar con custodia por el narcotráfico que impera en Santa Fe”) hasta en el de una concejal de Vicente López que responde a la Coalición Cívica-ARI. Fuera de esta lista quedan funcionarios nacionales y provinciales, quienes eligieron aviones y helicópteros, aupados en que la seguridad de sus roles les impone. Clase ejecutiva...

Al taller

Otros en cambio, hicieron caminatas como Matías Tombolini, candidato a jefe de Gobierno de la fuerza de Roberto Lavagna. Junto a Marco Lavagna, candidato a diputado nacional, fueron hasta la Comuna 1 a visitar el taller de Armando, un mecánico que hoy trabaja un 40% menos de lo que lo hacía antes de la gestión de Mauricio Macri. Ambos se sacaron una foto:Tombolini tomando una llave (para para darle una vuelta de tuerca a la economía) y Lavagna hijo, un martillo, para tirar los impuestos para abajo. Tras eso, le pidieron la tarjeta a Armando y le preguntaron sobre el cambio en la cadena del auto del postulante a jefe de Gobierno. A boxes...