“Pasó algo inédito: en menos de dos horas nos pusimos todos de acuerdo”, reconoció un mandatario del Norte. Al decir “todos” se refería a los 17 gobernadores de la oposición que este miércoles -también hubo representantes de otras dos provincias- se alinearon para denunciar las consecuencias que tienen en sus arcas las medidas que anunció la administración de de Mauricio Macri después de la aplastante derrota en las urnas.

Las movidas entre mandatarios provinciales no son nuevas. Mantienen una relación aceitada -grupo de Whatsapp incluido- y tuvieron encuentros similares en la previa a la firma del Pacto Fiscal o durante las discusiones de los últimos presupuestos.

Sin embargo, por primera vez la asistencia opositora fue perfecta. Las 19 provincias opositoras estuvieron presentes en el CFI, a través de sus gobernadores o de un representante. Ese fue el caso de la santacruceña Alicia Kirchner que mandó a su vice, Pablo González, y el cordobés Juan Schiaretti que envió a su ministro de Economía, Osvaldo Giordano. Córdoba, junto a la Ciudad de Buenos Aires, son los únicos distritos en los que Macri ganó en las primarias.

En persona, estuvieron tanto los más duros con el macrismo, como Gildo Insfrán (Formosa), Carlos Verna (La Pampa) o el socialista Miguel Lifschitz (Santa Fe), como los que mantuvieron diálogo cercano y fluido con el Gobierno de Cambiemos, como Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Domingo Peppo (Chaco) y Juan Manuel Urtubey (Salta).

También coincidieron los kirchneristas que siempre se mantuvieron aliados al PJ de José Luis Gioja, como Lucía Corpacci (Catamarca) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis) con aquellos que exploraron el armado de un peronismo no K de de la mano de Alternativa Federal, como Juan Manzur (Tucumán), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Sergio Casas (La Rioja), Hugo Passalacqua (Misiones) y Mariano Arcioni (Chubut).

Completaron la postal Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Sergio Uñac (San Juan) y Omar Gutiérrez (Neuquén).

Sandwiches y empanadas mediante, los mandatarios conversaron y se dejaron fotografiar, aunque, no hace muchos meses atrás, varios evitaban mostrarse con algunos de sus pares por diferencias políticas. La de este miércoles fue una demostración de fuerza que refleja el resultado de las PASO.

Si bien gran parte de los que estaban acompaña la candidatura de Alberto Fernández -que se ocupó en campaña de respaldar y buscar el apoyo de los mandatarios-, Juan Manuel Urtubey es candidato a vice de Roberto Lavagna y Miguel Lifschitz motoriza a ese espacio también. Weretilneck y Gutiérrez van con boleta corta.

La administración de sus provincias fue el motivo que los unió, pero el enojo contra un Gobierno, al que ahora ven con mayor debilidad, también. 

"Es un manotazo de ahogado lo que están haciendo", repitieron varios. "Da la sensación de que son nenes caprichosos que como ellos perdieron vienen a pincharle la pelota a los que ganamos", ironizó otro mandatario.