Abogado. 43 años. Casado con Leticia Ponzinibbio (empresaria y colaboradora activa en la gestión y el espacio político), 4 hijos (Enrique, Victoria, Vicente y Ema), Enrique Cresto fue recientemente reelecto por el 60% de los votos y en menos de dos semanas asumirá su segundo mandato como intendente de Concordia, una de las principales ciudades de la provincia de Entre Ríos.
Presidente del Bloque de Intendentes Peronistas de la
Federación Argentina de Municipios, Cresto lleva el nombre de su abuelo don Enrique Tomás, gobernador de
Entre Ríos derrocado, encarcelado y perseguido por la dictadura militar del
76. Don Enrique fue un reconocido militante de la Resistencia Peronista. “Viajó
con Perón en el vuelo de regreso al país después del exilio”, cuenta el jefe
comunal de Concordia.
“Después del 10 de diciembre, el nuevo gobierno del Frente
de Todos asumirá el desafío de conducir el proceso de recuperación de la
Argentina con todos los indicadores de calidad de vida en negativo”, dispara
Cresto, quien se considera un admirador del papa Francisco y es -junto a
Gustavo Menéndez (Merlo)- promotor del Pacto de San Antonio de Padua, una guía
de gestión humanista y cristiana para líderes gubernamentales y sociales.
Periodista: ¿Qué balance hace sobre la gestión de Mauricio Macri?
Enrique Cresto: A los argentinos nos demandará un gran esfuerzo reconstruir y reparar todo el daño que este modelo neoliberal le provocó al país. La crisis económica impacta en todos los niveles, pero el mayor daño es el que sufren las familias de los sectores más desprotegidos y vulnerables. Después del 10 de diciembre, el nuevo gobierno del Frente de Todos asumirá el desafío de conducir el proceso de recuperación de la Argentina con todos los indicadores de calidad de vida en negativo. De allí que es tan importante cuando Alberto Fernández o futuros funcionarios como Daniel Arroyo hablan de combatir el hambre y la pobreza como prioridad. Ahí no hay estrategia política ni especulación respecto al tono que adquieren determinadas declaraciones, ahí está el reconocimiento de un problema real y urgente que tenemos que afrontar entre todos. Y esto es parte de la herencia que dejan Mauricio Macri y Cambiemos después de estos cuatro años.
P.: ¿No rescata nada del gobierno anterior?
E.C.: Para ser justos, hubo otras cosas que se hicieron
bien. La forma de planificar determinadas iniciativas y la modernización de
distintos aspectos del funcionamiento del Estado fueron un paso adelante. Desde
Concordia, nosotros pudimos articular con funcionarios nacionales que
entendieron nuestra forma de trabajar pensando en el bien de nuestra ciudad y
dejando de lado las diferentes políticas. Con el ministro del Interior Rogelio
Frigerio, por ejemplo, pudimos articular obras y proyectos estratégicos para
Concordia. También trabajamos bien con Carolina Stanley y con otros
funcionarios que al menos nos recibieron y escucharon, mientras que otros
prefirieron la especulación política o no entendieron que para nosotros era
mucho más importante que las obras se hicieran y los proyectos se ejecutan que
andar pensando en quien cortaba la cinta o quien se llevaba el rédito político.
P.: ¿En qué condiciones encontró a la ciudad cuando asumió
el primer mandato y cómo está hoy Concordia a días de que asuma su segundo
mandato?
E.C.: Con Gustavo Bordet, quien fue intendente de Concordia durante ocho años y hoy actualmente es gobernador reelecto de la provincia, veníamos trabajando mucho antes de que nuestro equipo asumiera la intendencia, así que llegamos con un amplio conocimiento de los problemas de la ciudad y con un bagaje de ideas para potenciar el crecimiento de Concordia. Pero a los pocos días de tomar el mando tuvimos que enfrentar una de la más grandes inundaciones de la historia de Concordia y eso nos enseñó que los planes son como los mapas, te dan una idea, una noción, pero no es lo mismo el mapa que el territorio y no es lo mismo pensar desde la sala de reuniones que afrontar la responsabilidad de conducir el gobierno en momentos difíciles o de emergencia. Sin embargo, creo que esa experiencia nos fortaleció y nos ayudó a consolidar vínculos con las instituciones y vecinos de Concordia. Llegaron después las políticas innovadoras; los programas culturales, educativos, sociales y deportivos; las propuestas de sustentabilidad y calidad ambiental; las obras estratégicas del Plan de Ordenamiento y Desarrollo, la Nueva Planta de Agua, el Plan Estratégico de Turismo, el Consejo de Seguridad Ciudadana, la Escuela Municipal de Oficios, el futuro Aeropuerto Binacional Multimodal y el trabajo en conjunto con los distintos sectores. Llegó después en definitiva, y porque lo forjamos entre todos, el impulso que posibilitará una transformación histórica que proyectará a Concordia como una Gran Ciudad para los próximos 40 o 50 años.
P.: ¿Qué relación tiene con Alberto Fernández?
E.C.: Tengo una muy buena relación, que comenzó mucho antes
de que fuera candidato a presidente. Tengo una muy buena relación también con
Santiago Cafiero y con varios referentes de los equipos de Alberto y Cristina.
En ese sentido, soy un agradecido de la posibilidad que nos dieron de
escucharnos, de conocer los puntos de vista de los intendentes del interior del
país y de incorporarlos a la plataforma electoral del Frente de Todos, de
entender que el verdadero federalismo se asienta en la articulación con los
gobiernos locales. Estos son temas que siempre hablamos y trabajamos con el
intendente de Merlo Gustavo Menéndez y con varios intendentes jóvenes del
conurbano que consideran que la Argentina tiene que entrar en una etapa donde
la descentralización, el federalismo y el crecimiento desde abajo hacia arriba
tiene que ser los aspectos estratégicos de mayor consideración en la
construcción de un nuevo país.
P.: ¿Qué expectativas tiene del nuevo gobierno?
E.C.: Estoy seguro que será un gobierno superador, verdaderamente de todos. Creo que la experiencia del peronismo en el ejercicio del poder y la conformación de espacios amplios de participación y debate van a darle a este gobierno la posibilidad de marcar el rumbo para trabajar en la búsqueda de soluciones de fondo a los grandes problemas del país sin desatender la emergencia que, principalmente desde el aspecto social, enfrenta actualmente el país.
P.: ¿Cómo ve a Concordia en su segundo mandato como intendente?
E.C.: La veo como una ciudad que consolidará rápidamente su matriz de producción, trabajo y crecimiento. Veo claramente que vamos a poder atender la cuestión social, desde lo estructural, y fortalecer este proceso de cambio y transformación que impulsamos en estos cuatro años aún en un contexto nacional sumamente adverso. Concordia es una de las ciudades elegidas por Alberto Fernández como Capital Alternativa en su proyecto de Democracia Federal. Si algo desarrollamos en nuestra experiencia de gestión es la capacidad de planificar y gestionar. Estoy seguro que una de las primeras ciudades que visitará el gabinete nacional es Concordia y fue el mismo Alberto Fernández quien lo anunció. Así que cuando se dé esa posibilidad de contacto directo con los funcionarios de primera línea del nuevo Gobierno estaremos listos y con carpetas en mano para exponer cuales son las principales acciones y herramientas que tenemos que desarrollar para que Concordia crezca.
P.: ¿Cuáles fueron sus mayores aciertos durante su gestión?
E.C.: Escuchar a los que saben más. Escuchar al otro. Buscar el consenso. Abrir espacios de participación. Trabajar en equipo. Aprender de los errores en lugar de negarlos o no reconocerlos. Olvidar rápido las afrentas y los ataques, enfocándome solo en lo que podía contribuir a que a Concordia y a los concordienses les vaya mejor.
P.: ¿Aspira a ser gobernador de Entre Ríos?
E.C.: Yo soy un apasionado por el deporte. Hice varios
deportes pero siempre me dediqué con mayor intensidad al atletismo y las
pruebas combinadas. Del deporte aprendí que uno tiene que entrenar y desafiarse
a uno mismo para ser mejor. No se puede ganar un torneo provincial sin primero
ganar las instancias locales y regionales; si uno solo piensa en ganar el
campeonato sin haber pasado las preliminares seguramente está más expuesto a
errar el camino. No obstante, desde el momento que uno entrena y se prepara
sabe que su mayor aspiración es llegar lo más lejos posible, negarlo no sería
sincero. Así que es una cuestión de preparación y oportunidades. En política es
más o menos lo mismo. Uno tiene que dar lo mejor en el lugar donde está. No se
puede gobernar especulando ni con la cabeza puesta en lo que puede pasar dentro
de cuatro años. Hay que dar lo mejor y luego se verá. En Concordia tenemos
mucho por hacer. Más adelante veremos donde podemos ser de mayor utilidad al
peronismo, a los entrerrianos y al proyecto político en el que militamos.