Hay una alta probabilidad de que el trigo logre una campaña histórica de 19,5 millones de toneladas. Es lo que proyecta un informe especial sobre el cultivo que realizaron los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Lo más paradójico es que el récord se logra a pesar de que llovió poco. “Será la producción más alta por el alto nivel de tecnología aplicado. También se detectaron por imágenes satelitales casi 100.000 hectáreas más de área de siembra”, precisa la Bolsa rosarina.

Con “agua a favor”, la producción argentina hubiera alcanzado las 23 o 24 millones de toneladas por el área de siembra -350.000 hectáreas más que el año pasado- y la inversión que realizaron los productores para fertilizar el cultivo -un 15% más- y controlar las enfermedades.

“Todo estaba alineado para una súpercampaña de trigo, pero la sequía se ensañó con el cultivo. Sin embargo, esos factores sostienen un piso de producción que hoy se refleja en los números que salen de las cosechadoras”, destaca el informe.

Hasta el momento, Santa Fe es la provincia con mejores rindes promedio, con casi 36 quintales por hectárea. “Con una siembra récord de 1,17 millones de hectáreas alcanzará un volumen inédito de producción, ya que se espera que se cosechen 4 millones de toneladas”, adelanta la Bolsa rosarina. En Chaco y Santiago del Estero, los rendimientos están oscilando entre los 20 y 26 quintales por hectárea.

En Córdoba ya se cosechó más del 60%, con rindes muy desparejos. En Buenos Aires se espera el paso de las cosechadoras para definir los rindes finales del corazón triguero del sudeste, tal vez con mejores cifras.

En las zonas del oeste bonaerense ya se descuenta hasta un 30% menos de rinde respecto al año pasado. En Entre Ríos, la caída de los rindes es fuerte, con una media de 26 quintales por hectárea, de acuerdo a los datos de la Bolsa de Cereales entrerriana.