En una cumbre desarrollada el pasado viernes en Buenos Aires, el Gobierno de Alberto Fernández confirmó a las 13 provincias que no transfirieron su caja de jubilaciones a la órbita nacional que mantendrá este año el esquema de financiamiento del rojo previsional fijado por ley, aunque les advirtió que, producto de las fuertes restricciones presupuestarias, los pagos van a sufrir demoras.
“Se mantendrá en 2020 el esquema de financiamiento pero con demoras porque la situación del sistema -dijeron- es muy delicada”, señalaron ayer desde un despacho provincial a Ambito Financiero, tras la doble reunión que ministros de Economía y otros funcionarios de esos 13 distritos mantuvieron el viernes con el ministro de Trabajo nacional, Claudio Moroni, y luego con el titular de la Anses, Alejandro Vanoli.
Esquema
El actual sistema de financiamiento previsional, que rige por ley, define pagos por parte de la Anses a esos 13 gobernadores para domar el déficit que tendría su caja jubilatoria si formara parte de la órbita nacional y contara, por ende, con todos los parámetros jubilatorios nacionales (hoy ese escenario es dispar en ese plano, ya que varía según el distrito).
Ese esquema incluye pagos de anticipos mensuales (la doceava parte del último déficit determinado), hasta ser sellado el convenio anual de rigor con cada mandatario.
En los hechos, el plazo para concretar el primer pago por parte del Gobierno de Fernández expiró el pasado 20 de enero.
Por lo pronto, para los próximos días se esperan nuevos encuentros bilaterales con Nación para discutir la letra chica de los montos adeudados hasta 2019.
No es todo: en el primero de los encuentros desplegados en Buenos Aires el pasado viernes, Moroni planteó a las provincias una serie de reformas sobre el sistema previsional impulsadas por la Casa Rosada, que incluyen cambios en los regímenes jubilatorios de magistrados (en febrero enviarán el proyecto, dijeron) y el estudio de un nuevo régimen de movilidad jubilatoria.
Según afirman desde el entorno de los gobernadores, allí les pidieron que las provincias se sumen a esas reformas.
Ese potencial retoque en el plano nacional, previsiblemente, tendrá su correlato negativo en los recursos de la provincias, una realidad que funcionarios del interior no dejaron de registrar.
“Los cambios nacionales bajan el déficit que tendrían esas cajas si hubieran sido transferidas a la órbita nacional, por lo que cuando de todos modos hagan las transferencias, el monto va a ser menor”, evaluaron ante Ambito Financiero desde cercanías de uno de los mandatarios, donde cada peso de más o de menos inclina la balanza en uno u otro sentido.
Tras la cita con Moroni del pasado viernes, luego fue el turno de la reunión en Anses con Vanoli, quien fue el encargado de transmitir a los funcionarios provinciales -aseguraron- que el financiamiento para hacer frente al rojo previsional 2020 sufrirá demoras, producto de las restricciones presupuestarias heredadas por el Gobierno de Fernández.
El lote de gobernadores con cajas no transferidas incluye a ocho peronistas (el cordobés Juan Schiaretti, el santafesino Omar Perotti, el bonaerense Axel Kicillof, el entrerriano Gustavo Bordet, el chaqueño Jorge Capitanich, el pampeano Sergio Ziliotto, el formoseño Gildo Insfrán y la santacruceña Alicia Kirchner); un radical (el correntino Gustavo Valdés) y cuatro mandatarios de fuerzas provinciales (el chubutense Mariano Arcioni, el misionero Oscar Herrera Ahuad, el neuquino Omar Gutiérrez y el fueguino Gustavo Melella).