Dos nuevos femicidios se produjeron en las últimas horas y llevaron la cifra de casos mortales a 23 desde el inicio de la cuarentena. Al cierre de esta edición, una mujer de 52 años fue asesinada a puñaladas en una vivienda de Campana. Por ese hecho, del que no había anoche mayores detalles, fue detenido el marido de la víctima. En tanto, en Entre Ríos, una joven de 23 años fue muerta a cuchilladas, delante de su hija de dos años; más tarde, el autor del crimen, expareja de la chica y padre de la niña, se entregó a la policía y confesó.

Este crimen ocurrió ayer a las 8.35, en el fondo de una vivienda precaria situada en José Mármol y Saavedra, del barrio Feria, en la localidad de La Paz, a la vera del río Paraná, en el noroeste entrerriano.

Según fuentes consultadas por la agencia de noticias Télam, allí residía la víctima, Romina Rodas. Ayer a la mañana, Jonatan Rivero, expareja de la joven y padre del bebé, Jonatan Rivero (20), se dirigió hasta la casa de José Zárate, un agente de la policía local que reside a pocas cuadras del domicilio de la joven madre, y le dijo: "Me vengo a entregar porque la maté".

Mientras tanto, un vecino de la casa lindera a la de Romina oyó los llantos de la niña y llamó al 911 para alertar sobre la situación.

Las fuentes señalaron que cuando los efectivos de la comisaría local se trasladaron hasta la casa de la víctima hallaron el cuerpo apuñalado en el suelo y, junto a este, a su pequeña hija, ilesa.

Según surge de los primeros peritajes realizados en la escena del crimen, el cadáver de Romina presentaba al menos cuatro heridas cortantes provocadas con un cuchillo pequeño, que fue secuestrado en el lugar del hecho.

Los médicos legistas constataron que la víctima también tenía varias lesiones en los brazos y en la espalda, indicativas de que intentó defenderse del ataque.

Por su parte, Rivero quedó aprehendido en la Jefatura Departamental La Paz, a disposición de la fiscalía de ese distrito, a cargo de Oscar Sobko, quien lo indagará esta mañana.

Fuentes judiciales indicaron que el fiscal también ordenó el secuestro del teléfono celular del ahora acusado y el de Romina, los cuales serán sometidos a distintos peritajes en busca de elementos de interés para la causa.

En ese sentido, los investigadores buscarán en esos aparatos elementos sobre posibles antecedentes de violencia de género.

Por su parte, los expertos en Criminalística realizaron el levantamiento de rastros en la casa de la víctima, al tiempo que un equipo de la Morgue Judicial de Entre Ríos se dirigió a La Paz para realizar la autopsia de rigor al cadáver de Romina.