La pandemia del Covid-19 llegó para transformar el mundo en
su conjunto. No solo cambiaron los hábitos y la forma de trabajar, también
cambiaron y se profundizaron las necesidades ante una crisis sanitaria sin
precedentes. En este contexto de aislamiento social y obligatorio donde la
economía está frenada y muchas empresas buscan asistencia del Estado para pagar
salarios, también hay espacio para la responsabilidad social y muchas compañías
buscan dar asistencia a las necesidades actuales.
En estos momentos, se ponen a prueba la articulación pública y privada que se viene trabajando desde hace casi 20 años. Si bien es cierto que muchas empresas aún están en un proceso liviano de sustentabilidad, las más grandes están demostrando que la labor que vienen desarrollando sirve en este momento.
Nuevos liderazgos para un nuevo capitalismo
“Conceptos como el de sostenibilidad y el de responsabilidad social, no solo cobran más importancia, sino que además se vuelven imprescindibles para enfrentar una pandemia como la del coronavirus como sociedad”, indica Julián D’Angelo, director ejecutivo del CENARSECS, un centro de Estudios de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA dedicado a impulsar la sustentabilidad empresaria. Este centro está realizando un monitoreo de acciones responsables de las empresas ante la emergencia sanitaria.
Las gerencias de sustentabilidad son conscientes que este es
su momento y despliegan acciones nuevas, fortalecen otras y buscan en
definitiva profundizar el cambio de paradigma a la hora de hacer negocios. “Las
empresas debemos dar un paso al frente como actores de cambio social. Y en ese
sentido debemos articular y aunar esfuerzos contribuir a soluciones globales”,
sostiene Bettina Llapur directora de comunicación de Naturgy. En línea,
Constanza Gorleri, gerente de Sustentabilidad de Banco Galicia aboga por la
articulación entre el sector público, el privado y el tercer sector para
“potenciar y fortalecer las estrategias de sustentabilidad en beneficio de toda
la comunidad y así hacerle frente a esta pandemia”.
Por su parte, Cecilia Hancevic, coordinadora general de
Fundaciones Grupo Petersen advierte además que “hoy más que nunca, hay que
continuar implementando acciones de responsabilidad e inversión social, en
particular las instituciones educativas”. En tanto, Nicolás Limongelli,
director de Sustentabilidad Corporativa de HSBC Argentina explica que también
se debe estar cerca de los clientes “asistiéndolos y acompañándolos con
propuestas financieras que necesitan, siempre priorizando la salud y la
seguridad de ellos y también de nuestros colaboradores”.
No menos importante es la reflexión de Betina Azugna,
gerente RSE de Sancor Seguros quien destaca: “Hay que ser honestos sobre
nuestras posibilidades y humildes, porque todos tenemos límites. Eso transmite
tranquilidad y confianza sobre el hecho de que estamos haciendo todo lo que
está a nuestro alcance”.
EN ACCIÓN
Según estudio del CENARSECS del total de ayuda en tiempos de
pandemia, el 69% corresponden a empresas y el 28% a iniciativas de
organizaciones no gubernamentales. En el universo de la ayuda el 54% son
donaciones sea en dinero, servicios, equipamientos y alimentos. También hay un
8% de compañías que modificaron su producción para dar asistencia en la
emergencia.
“A través de Valor, nuestra plataforma de impacto social,
estamos articulando un plan de ayuda humanitaria a nivel federal enfocado en
iniciativas sanitarias y para la comunidad”, describe Vanesa Vázquez, gerente
de Sustentabilidad de Cervecería y Maltería Quilmes. La empresa es una de las
que viró parte de su producción para realizar insumos necesarios ante la
pandemia. En este sentido, ya produjeron 150.000 unidades de alcohol
sanitizante al 70% hecho a base de mosto cervecero fermentado y destilado para
donar al personal de salud de hospitales públicos y centros de atención
primaria. El próximo paso es elaborar pan con harina de cebada, su ingrediente
principal, para donar a organizaciones sociales. “Nuestro compromiso es donar
8.800 kilos de pan hecho con harina de cebada por semana y alcanzar a más de
50.000 personas”, adelanta.
Uno de los sectores en los que más ayuda el Banco Galicia es el de la salud pública. En esta pandemia realizaron donaciones por más de $40 millones habilitar más camas para los infectados, entregar monitores multiparamétricos y kits de protección para el personal de la salud en los hospitales de las zonas más comprometidas. Además, se sumaron a campañas solidarias para ayudar a familias en situación de riesgo y a través de su programa de voluntariado corporativo PRIAR, realizaron otras tres campañas.
Por su parte, el HSBC avanzaron en dos iniciativas. Una
donación de $10 millones para apoyar el proyecto #Seamosuno, cuya aspiración es
ayudar a 4 millones de personas y otra de $10 millones para la campaña de la
Cruz Roja para equipar el sistema de salud con respiradores, camas, insumos y
kits de protección. “Invitamos a todos nuestros colaboradores, clientes y
proveedores a realizar un aporte, que la compañía acompañará donando el mismo
monto para duplicar la colaboración”, completa Limongelli.
“La primera medida fue la constitución de un Comité de Crisis con Direcciones y Gerencias que trabaja identificando focos de riesgo y oportunidades para dar soluciones”, describe Azugna de Sancor Seguros. La empresa realizó acciones para cada uno de sus grupos: empleados, intermediarios, clientes, y para la comunidad. El 100% del personal trabaja de manera remota y se organizó la vacunación antigripal para sus empleados en todo el país. También, abrieron el servicio de telemedicina “Llamando al doctor” para empleados y proveedores. Para los clientes se amplió esta prestación y se incorporó a más pólizas para potenciar su uso.
Sobre acciones concretas, Llapur de Naturgy advierte que se
tomaron medidas diversas relacionadas con los distintos públicos con los que
trabajan. Como el gas es un servicio esencial, se reforzó el protocolo de
seguridad del personal que está en la calle para minimizar riesgos de contagio.
También se realizaron donaciones a la Cruz Roja y reforzaron los canales de
atención no presencial para clientes.
Focalizados en educación, las fundaciones del Grupo Petersen
están potenciando las oportunidades de capacitación, para ello readecuaron el
modo de llegar a los beneficiarios de los programas a través de campus
educativos y plataformas online. En su programa Líderes en Red, participan 36
directivos de las provincias de Santa Fe, Santa Cruz, San Juan y Entre Ríos.
Por último, Kimberly-Clark realizó donaciones por un total
de u$s 8 millones en dinero y productos para contribuir a los esfuerzos de
asistencia y recuperación del Covid-19 en todo el mundo, a través de ONG como
UNICEF, el Banco de Alimentos y la Cruz Roja. “Además de la donación de
productos Kotex a nuestras trabajadoras de la salud, seguimos entregando
regularmente de productos esenciales de higiene”, explica Federico Calello,
vicepresidente de Kimberly-Clark para Latinoamérica Sur.
EL DESPUÉS
Este contexto también sirve para planificar acciones perdurables
en el tiempo y delinear nuevas políticas, también puso en evidencia a las
gerencias que venían trabajando de manera orgánica con sus directorios. Julián
D’Angelo analiza que “las empresas que ya tenían asumida en su gestión la
mirada responsable, fueron las primeras en reaccionar. Pero por otro lado vemos
que las compañías que pensaban que la responsabilidad social era puro
marketing, cambiaron el greenwashing por el coronawashing, cometiendo los
mismos errores de siempre”.
Las empresas consultadas están readaptando los programas que
tenían planificados en el año y reenfocando la inversión social de acuerdo a
como siga evolucionando la pandemia. También destacan la importancia del
voluntariado corporativo que fue otro de los protagonistas en este contexto.
Desde Petersen destacaron la importancia de apuntalar aún más la innovación
tecnológica. “Hoy más que nunca, empresas e instituciones, enfrentamos el
desafío de incorporar a la tecnología como un aliado en este escenario
inédito”, apunta Cecilia Hancevic.
En definitiva, la pandemia por el coronavirus está provocando una verdadera transformación en la vida de las personas y también en los negocios. “De las crisis surgen oportunidades, las empresas debemos poner a disposición la capacidad de crear e innovar para poder dar respuestas ahora y ofrecer mejores soluciones después”, concluye Betina Azugna.