La Cámara de Diputados dejó el camino despejado para
sesionar de manera virtual desde la semana próxima, tras el acuerdo unánime
logrado ayer entre oficialismo y oposición que blindará un protocolo de
encuentros en el recinto sin quorum ni votación presenciales.
No habrá que modificar el reglamento de la Cámara baja,
único punto débil que quedó en el radar de algunos legisladores de diferentes
bancadas, situación que se replica en el Senado. En la Cámara alta, el Frente
de Todos espera avanzar con un mecanismo más estricto de sesiones virtuales que
ni siquiera fue revisado con tiempo por gran parte del antikirchnerismo, que
presentó una contraoferta.
En Diputados, la comisión de Modernización analizó a toda velocidad el protocolo en cuestión, junto a un manual de procedimiento y un plan de contingencia. El acuerdo político cerrado entre kirchnerismo y toda la oposición el lunes a la noche, en la reunión de Labor Parlamentaria que comandó Sergio Massa, tapó cualquier fisura o duda que existiera en los textos redactados.
Al no dictaminar, la comisión de Modernización pudo puentear
la discusión sobre la viabilidad de lo actuado en reuniones virtuales. La que
sí tuvo que hacerlo fue la comisión de Peticiones que preside la legisladora
oficialista Mayda Cresto (Entre Ríos), quien para evitar cualquier tipo de
crítica logró quorum presencial y despachó el protocolo.
El objetivo es sesionar la semana próxima y dar luz verde al sistema con tres cuartos de los votos necesarios para apartarse del reglamento. En Diputados, la oposición y Massa se comprometieron -quedó plasmado en el protocolo- a permitir en el recinto la presencia, además de las autoridades de la Cámara baja, de los jefes de bloque y un porcentaje de legisladores de las diferentes bancadas, con cautela de distancia y guiño del equipo médico de la Cámara baja.
Las sesiones serán especiales para evitar novelas interminables, y los diputados tendrán que hacer diferentes chequeos -se enviará link dos horas antes- por el quorum y luego para votar, con datos biométricos incluidos. El temor de algunos legisladores es la organización de la agenda y los eventuales problemas de conectividad o falta de registro de votos. Por ello la necesidad de realizar pruebas o simulacros. Un dato que salió a la luz: la firma digital se comenzó a implementar en 2013 y gran parte de la Cámara no la tiene aún activada.
Ante desperfectos varios, el presidente de la Cámara -Massa-
podrá llamar a cuarto intermedio y todo lo actuado hasta ese momento tendrá
validez, ya que en ese caso no se podría realizar una moción por los problemas
técnicos en curso. Así será el mecanismo por 30 días, y podrá ser prorrogable mientras
dure la cuarentena.
El primer alerta de este protocolo se dio en la bicameral de trámite legislativo -analiza los DNU-, donde el presidente de la bicameral y diputado ultra K, Marcos Cleri, empujó la firma de despachos de comisión a favor de varias normas emitidas por el Ejecutivo, que son las que quiere votar el oficialismo en el Congreso la semana próxima. El macrismo dijo que no acompañaba esa estrategia, más allá de convalidar la mayoría de las decisiones de necesidad y urgencia que tomó el Gobierno por la pandemia. Hasta la noche de hoy habrá tiempo para presentar despachos.
La discusión sobre el modo de sesionar que ofreció anteayer Cristina de Kirchner al jefe de Juntos por el Cambio en la Cámara alta, Luis Naidenoff (UCR-Formosa), no convenció al resto del interbloque opositor. Tampoco a la bancada Federal que comanda el peronista salteño Juan Carlos Romero.
Naidenoff y Romero presentaron una nota en las últimas horas
con una contrapropuesta para habilitar en el recinto un “sistema mixto que combine
la participación remota de una mayoría de miembros, con la presencia en el
recinto de la autoridades de Cámara y un máximo de 15 senadoras y senadores,
respetando la proporcionalidad política, o autoridades de Cámara y presidentes
de bloque o quien ellos designen en su reemplazo”.
Los jefes opositores también dejaron claro que los
legisladores deberán tener soltura para conectarse “desde organismos oficiales
en sus provincias, como por ejemplo una legislatura provincial, desde su
despacho en la Cámara o desde su domicilio particular si las condiciones de
conectividad lo permiten”; que se traten sólo proyectos relacionados con el
coronavirus; y que el plazo para sesionar de manera virtual se extienda por 60
días (prorrogable).
“La charla seguirá entre los presidentes de bloque. Por el momento, nuestra propuesta sigue en pie”, deslizaron a Ámbito Financiero desde el entorno de Cristina de Kirchner, y agregaron: “Creo que se avanzará por ahí y finalmente en Labor Parlamentaria”. La semana próxima quieren sesionar.