Con críticas opositoras y feministas, avanza el candidato para la CNE En la Cámara de Diputados tampoco reina el consenso y sigue abierto el debate entre el oficialismo y la oposición sobre la modalidad de las sesiones, un tema que nunca termina de acordarse. 

A partir de un proyecto de resolución de la entrerriana Mayda Cresto para modificar de manera permanente el reglamento parlamentario, el Frente de Todos renovó la embestida contra Juntos por el Cambio.

La intención es cambiar los artículos 14 y 106 para instaurar el funcionamiento remoto siempre que se necesite, sin necesidad del consenso de todos los espacios políticos sino cuando se presente una situación de “fuerza mayor”. 

El tema comenzará a tratarse el lunes mismo en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento que comanda Cresto y que busca zanjar el conflicto antes de la discusión en el recinto del Presupuesto 2021 y del Aporte Solidario y Extraordinario que la oposición exige tratar de manera presencial.

El otro asunto que tampoco quieren tratar de manera remota es la nueva fórmula jubilatoria, un texto que el oficialismo prometió para finales de septiembre pero aún no vio la luz y se estima que se enviará en los próximos días. En Juntos por el Cambio se manifestaron furiosos por la sucesión de maniobras de parte del oficialismo pero en voz baja admiten que la tropa de Máximo Kirchner y Sergio Massa se encuentra bien encaminada.

Con la modificación del reglamento, ya no hará falta la sucesiva prórroga del protocolo sino que solo se requerirá que se convoque a sesiones de manera virtual amparados en el aislamiento debido a la pandemia de coronavirus, siempre que sea necesario.

En principio, se espera para la próxima semana una sesión virtual con bajo nivel de conflictividad para tratar el proyecto pendiente de prohibición de otorgamiento de beneficios a empresas que tengan vínculos con “guaridas” fiscales, como Carlos Heller pidió rebautizar a los “paraísos”, y la iniciativa para regular el ejercicio de la Fonoaudiología. 

Son los dos temas que quedaron sin tratar de la sesión del escándalo de Juan Ameri y será la última oportunidad de Juntos por el Cambio para presionar en la búsqueda de un lugar para sesionar afuera del Congreso con capacidad para al menos 100 diputados, manteniendo las condiciones sanitarias.