El cuerpo de una mujer de 39 años que estaba desaparecida desde el pasado viernes fue hallado en las últimas horas en el baño de su casa de la ciudad entrerriana de Colón y por el hecho fue detenida su expareja, a quien había denunciado por violencia de género, según informaron hoy fuentes policiales.

Los voceros detallaron que el cuerpo de Gisela Grispi, oriunda de la provincia de Buenos Aires, fue hallado en el baño de la planta alta de su casa, situada en Rufino Mir 81, en la ciudad de Colón, y que debido al mal estado en el que se encontraban los restos se aguardan los resultados de la autopsia para determinar las causas de la muerte.

Vecinos y familiares de Grispi alertaron a la policía que la última vez que la habían visto había sido el viernes pasado en la puerta de su vivienda junto a su expareja, un hombre de 39 años con el que ingresó en la propiedad y mantuvo una fuerte discusión.

Anoche, uno de sus vecinos dio aviso a la policía porque comenzó a sentir un fuerte olor que salía del inmueble. Al entrar en el domicilio, los efectivos encontraron el cuerpo de Grispi en el piso del baño de la planta alta de la casa.

El jefe de la Departamental de Policía de Colón, Sergio Goró, confirmó a Radio de la Plaza que el médico forense estableció que el cuerpo "estaría allí desde el viernes", y que esperan realizar la autopsia para determinar las causas de la muerte.

Según las primeras investigaciones se trataría de un femicidio, por lo que esta mañana en una vivienda cercana al río Uruguay fue detenido Rubén Martiarena, expareja de Grispi.

Las fuentes dijeron que la mujer había realizado en agosto pasado una denuncia por violencia de género contra Martiarena y que desde octubre pesaban sobre él medidas de restricción de acercamiento.

En ese sentido, el jefe policial consideró que existen "pruebas que estarían bien encaminadas" que llevan a presumir que se trata de un femicidio, aunque aún se esperan los informes de la autopsia.

Por otro lado, Goró detalló que Grispi era oriunda de Buenos Aires, donde vive su hija junto con sus abuelos, pero que vivía desde hace tiempo en Colón. En el lugar trabajaron personal de las divisiones Criminalística e Investigaciones de la Departamental policial Colón, junto con el fiscal de turno, Alejandro Perroud.