¿Un final electrizante con Cristina Kirchner desempatando en la votación de la ley de legalización del aborto, al estilo de Julio Cobos con la resolución 125? ¿Puede pasar? Puede, aunque asoma bastante improbable. Como el tucumano José Alperovich está de licencia tras ser denunciado por abuso sexual, de la sesión estarán en condiciones de participar 71 de los 72 senadores. Así, en ese caso no hay empate posible.

Salvo imponderables, que es lo que temen entre los senadores “celestes” que trabajan en contra de la iniciativa. Por ejemplo, que el día de la sesión haya alguna ausencia sorpresiva de legisladores que contaban votando en contra de la ley que impulsa el Poder Ejecutivo.

Hoy por hoy, en el Senado el sector “celeste” le lleva una luz de ventaja al “verde”. Según un punteo que hizo Clarín, hay 36 senadores en contra de la iniciativa y 34 a favor. Los dos restantes son Alperovich y la neuquina Lucila Crexell, quien en 2018 se abstuvo en la votación.

Crexell no quiere adelantar cómo votará esta vez, aunque por declaraciones recientes se desprende que podría acompañar la iniciativa. “Creo que esta vez hay mayor vocación de gente a favor en el Senado, que hace dos años”, dijo recientemente a un medio de su provincia.

Pero aún con la neuquina votando a favor, los “verdes” seguirían un voto abajo.

La única forma de que el proyecto sea aprobado por el Senado es que senadores que hoy se contabilizan como “celestes” cambien de posición y acompañen la iniciativa que impulsa Alberto Fernández.

De los 40 integrantes de la bancada del Frente de Todos-el 41 es Alperovich, que no participará de la sesión- hay 23 que se muestran a favor de la legalización del aborto y 17 en contra.

Algunos de esos 17 son terminales directos de los gobernadores de sus provincias. El mayor temor de los “celestes” es que la Casa Rosada opere directamente sobre los mandatarios provinciales y pida que ayuden a la sanción de la ley. Por ahí podrían pasar las sorpresas.

Pero en ese eventual escenario tampoco se podrían sumar demasiados votos a favor de la ley. Los formoseños José Mayans y Teresa González, alineados con el gobernador Gildo Insfrán, están abiertamente en contra de la legalización del aborto. Tampoco se espera que cambien de posición los “celestes” Claudia Ledesma, Gerardo Montenegro y José Neder, que responden al gobernador de Santiago del Estero Gerardo Zamora.

Otras provincias peronistas ya tienen senadores verdes. O senadores que integran la bancada oficialista pero que se manejan con cierta autonomía de los gobernadores de su provincia, como los catamarqueños Dalmacio Mera e Inés Blas y el riojano Carlos Menem.

Se especuló con una eventual ausencia por problemas de salud del ex presidente -tiene 90 años-, pero los celestes ya lo contabilizan votando en contra: estuvo presente en la última sesión del Senado, el viernes pasado, cuando se trató el impuesto a la riqueza y la ley de manejo del fuego.

La jugada a través de los gobernadores, en caso de concretarse, sí podría intentarse con el entrerriano Edgardo Kueider (se dice que está en contra de la legalización), que responde a Gustavo Bordet. También con los sanjuaninos Rubén Uñac y Cristina López Valverde, alineados con el gobernador Sergio Uñac. O el chaqueño Antonio Rodas, hombre de Jorge Capitanich.

En 2018 Uñac y López Valverde votaron en contra de la legalización; Kueider ocupa su banca desde el año pasado, al igual que Rodas, que se define como “celeste”.

En 2018 también votaron en contra de la ley Mera, Blas y el correntino Carlos “Camau” Espínola. A los tres se les vence el mandato el año que viene. ¿Apuntará ahí el Gobierno? Hubo versiones de que desde el Poder Ejecutivo podrían ofrecerles algún cargo para que renuncien y pudieran asumir sus suplentes.

Con números tan ajustados, con lograr que un senador celeste se dé vuelta o que alguno se ausente, la ley quedaría a un paso de ser aprobada.

“Alberto (Fernández) tiene todos los fierros y los va a usar para sacar la ley”, se lamenta un senador peronista “celeste”.

La hoja de ruta en el Senado aún no está definida, pero la intención del sector “verde” del oficialismo es votar la eventual media sanción de Diputados (trata el proyecto este jueves) en la última semana de diciembre. Faltan solo tres semanas.