Luego de recibir el informe del grupo de epidemiólogos, que
ayer volvió a reunirse por segunda vez en 48 horas, el Presidente tomó la
decisión de ampliar la prohibición de vuelos provenientes del Reino Unido a
otros países de la Unión Europea que confirmaron la aparición de una variante
del COVID-19 que no lo hace más letal, pero sí más contagioso. Anoche fuentes
de la Casa Rosada confirmaron que hoy se formalizará el anuncio a través de un
decreto presidencial.
No habrá problemas para salir del país, ni tampoco para
regresar de países con los que las fronteras continúen abiertas, como es el
caso de Estados Unidos y Chile, por mencionar dos casos sobre los que no habrá
cambios en el corto plazo. Claro que esto puede cambiar si las condiciones empeoran.
Alberto Fernández siguió el análisis que hicieron los
ministerios de Salud, Interior y Transporte, tomando en cuenta no solo la
escalada de contagios que se dieron en la Argentina en los últimos días, sino
los protocolos más convenientes para activar el cierre de las fronteras
terrestres y la llegada de los viajeros por los aeropuertos internacionales
Ministro Pistarini (Ezeiza), Jorge Newbery y San Fernando.
Es que a las autoridades argentinas le preocupan también los
países vecinos ya que, contrariamente a lo que se esperaba para la llegada del
verano, los casos están lejos de entrar en caída. El estado de Sâo Paulo, por
ejemplo, ayer decidió volver a endurecer la cuarentena, dejando la fase
amarilla y entrando a la roja, dado que la llegada del verano y el período
vacacional están produciendo un relajamiento en los cuidados que el equipo del
gobernador Joao Doria quiere frenar antes de entrar de lleno en las fiestas.
Sâo Paulo registró, en las últimas cuatro semanas, un salto
de 54% en los contagios y del 34% en las muertes por coronavirus y sus
autoridades decidieron endurecer la cuarentena a la espera de que se inicie el
plan de vacunación, que sería alrededor del 25 de enero.
Algo similar sucede en Uruguay, que amaneció el lunes con
las fronteras cerradas hasta el 10 de enero, luego de que se registraran diez
muertes por coronavirus durante el fin de semana previo. En efecto, con 13.048
contagios y 119 fallecimientos, el 30% se produjeron en las tres semanas de
diciembre, lo que llevó al gobierno uruguayo a limitar el derecho de reunión
por 60 días, que podrá ser prorrogado por 30 días más.
Uruguay también dispuso un mayor control de las fronteras
con Argentina y Brasil, con el aporte de 500 efectivos más, y el vallado de los
puentes en el litoral sobre el río Uruguay, para reforzar las prohibiciones.
Quedaron exceptuados los ciudadanos uruguayos o residentes legales en el país
oriental que hubieran sacado pasaje antes del 16 de diciembre.
En Chile no hay restricción de fronteras, aunque sí se anunció
el lunes la extensión del horario del toque de queda nocturno, adelantando dos
horas el horario a partir del sábado 26 de diciembre, cuando pasará de 0 a 5 de
la mañana a 22 a 5, buscando restringir actividades nocturnas como fiestas,
celebraciones o comidas en restaurantes.
En particular, la situación de Chile refleja que disminuyó
la edad de los nuevos casos de contagios, que pasó a ser de 39 años, por lo que
las autoridades hicieron un llamado a los jóvenes a ser responsables ante la
pandemia.
Para evitar que fracase la temporada de verano en la
provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof le pidió al Presidente
que cierre en forma drástica las fronteras y no deje entrar a nadie por ninguna
vía, ni siquiera el transporte de carga terrestre.
Sin embargo, el Gobierno optó por una salida intermedia,
dejando abiertos los aeropuertos internacionales para todos los países donde no
se haya verificado el ingreso de esa variante de coronavirus que preocupa, y
cerrando solo las fronteras con Brasil, como ya se había anticipado.
Sucede que en los test que se hicieron a los pasajeros del
último vuelo de British Airways que ingresó a la Argentina, ninguno dio
positivo de COVID. Por otro lado, son varios los expertos que están convencidos
de que no hay mejor medida que los cuidados personales. “Ninguna medida
drástica dio los resultados esperados”, dijo por ejemplo el epidemiólogo Luis
Alberto Camera en el programa Animales sueltos.