Debaten desde mañana los nuevos cuadros de precios para
Edenor y Edesur. Pero desde enero, en varias provincias las empresas
distribuidoras obtuvieron autorización para reformular el costo.
Mientras el Gobierno nacional inicia desde mañana -vía
audiencia pública- el camino hacia una definición para establecer una tarifa
para la distribución eléctrica de las empresas Edenor y Edesur, concesionarias
en el AMBA, en la mitad del país rigen ya nuevos esquemas de precios para el
servicio de energía que prestan las distribuidoras o cooperativas provinciales.
Según el caso, los aumentos pueden llegar al 37%.
El viernes el gobernador Axel Kicillof anunció que las
tarifas de electricidad en la provincia de Buenos Aires aumentarán un 7% a
partir del mes que viene. La decisión no incluye a los usuarios del Gran Buenos
Aires, ya que abarca a las cuatro concesionarias eléctricas del interior
provincial: Eden, Edes, Edea y Edelap.
En agosto pasado, el Gobierno bonaerense había congelado las
tarifas eléctricas de las cuatro principales distribuidoras -que pertenecen a
la empresa- que proveen el servicio en el territorio provincial. En aquel
momento, la administración provincial había garantizado que se continuaba con
el proceso de análisis y revisión de los ingresos requeridos y reconocidos en
los cuadros tarifarios resultantes de la Revisión Tarifaria Integral (RTI) que
incluye el cumplimiento de las inversiones comprometidas a cargo de la
Subsecretaría de Energía.
De esta manera, la adecuación de tarifas en el interior
continúa el camino iniciado en enero, cuando comenzó a salir del cono de
sombras en el que ingresó el año pasado por el congelamiento dispuesto por el
Gobierno nacional y las provincias, en el marco de la pandemia por el
coronavirus.
Veamos algunos casos:
En Mendoza, el gobierno del radical Rodolfo Suarez autorizó
un aumento en una sola vez del 30% en el servicio del agua y del 30% en la luz.
En Córdoba, la administración de Juan Schiaretti dio luz
verde, a través del Ente Regulador de Servicios Públicos, a un aumento del
10,7% a partir de enero en la tarifa de energía que administra la Empresa Provincial
de Energía de Córdoba
En Santa Fe, el gobernador Omar Perotti ya había anticipado
en octubre pasado la necesidad de descongelar en 2021 las tarifas, tanto de la
luz como del agua. En febrero, la modificación del precio mayorista de energía
se tradujo en una suba del 4% en la tarifa final que cobra la estatal EPE.
Río Negro y San Luis, por su parte, dieron luz verde a subas
del 25% y 27% respectivamente.
En Chaco, el Gobierno de Jorge Capitanich mantiene gestiones
con la empresa Secheep en busca de un acuerdo respecto de los incrementos en la
tarifa de luz y agua. La empresa dice que los valores están atrasados en cerca
de un 60%.
En Tucumán, la administración de Juan Manzur había
autorizado en diciembre pasado un aumento escalonado en el servicio de energía
que brinda la empresa Edet. Ese incremento comenzó a hacerse efectivo en enero
(un 23%) y a partir de abril sumará otro 13,6%, redondeando así un 37%.
En el norte del país los aumentos se sintieron con fuerza en
Salta. La empresa Edesa logró autorización para aplicar una suba del 21,7% en
enero, después de haber requerido al ente regulador de servicios públicos un
aval por 35%.
En la provincia de
Entre Ríos, en tanto, el organismo regulador autorizó a la compañía Enersa y a
las cooperativas eléctricas la aplicación desde marzo de un aumento del 15% en
las tarifas de energía.
En la región del AMBA, las audiencias que arrancan mañana buscarán un acuerdo en torno a las tarifas de servicio que brindan Edenor y Edesur. La primera solicitó una suba final del 31% para usuarios residenciales, mientras que la segunda pidió un 34%, aunque se estima que el Gobierno nacional autorizará sólo un tercio de lo reclamado, en medio de una inflación que no cede y en las puertas de un año electoral donde los aumentos en el costo de estos servicios se traducen en un fuerte golpe para los sectores de ingresos medios.