Este año habrá elecciones legislativas nacionales: Primarias
Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) el 8 de agosto y generales el 24 de
octubre. También en algunos distritos electorales habrá elecciones provinciales
y municipales (primarias y/o generales).
Conforme la ley vigente, en nuestro país este año 2021
tendremos elecciones legislativas nacionales: Primarias Abiertas Simultáneas y
Obligatorias (PASO) el 8 de agosto y generales el 24 de octubre.
También en algunos distritos electorales habrá elecciones
provinciales y municipales (primarias y/o generales). Las mismas podrían ser
simultáneas o separadas de las elecciones nacionales.
Siguiendo la normativa, la Cámara Nacional Electoral ha
diseñado el cronograma, donde recuerda que el 10 de mayo, es la fecha límite
para la convocatoria del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) a elecciones PASO.
La postergación, suspensión, o derogación, es una facultad del
Congreso de la Nación y conforme al art. 77 de la Constitución Nacional
requiere mayoría absoluta para su sanción (129 diputados y 37 senadores). Por
ahora, no aparecen en la agenda parlamentaria, el tratamiento de éstas
propuestas que vienen planteando los gobernadores, legisladores, dirigentes y
electores.
A la fecha, los mandatarios que demandan la suspensión de
las primarias nacionales, no la concretaron en sus distritos, a excepción de
Salta, que ya las suspendió. Se presume, que de aplazarse o suspenderse las
PASO a nivel federal, las Legislaturas provinciales seguirán idéntico camino y
tendrían consenso para aprobarlo.
En la cuenta regresiva de la formalización de cualquiera de
estos sucesos, resulta interesante analizar el cuadro de elecciones a nivel
país, a los fines de evaluar el impacto que el acto electoral de las PASO
produce en un contexto pandémico, no sólo en sus efectos sanitarios, sino
económicos, sociales y políticos.
En estas elecciones intermedias nacionales, se renuevan la
mitad de las bancas de la Cámara de Diputados de la Nación (127 diputados/as) y
un tercio de las bancas del Senado de la Nación (24 senadores/ras).
De acuerdo al Informe del Instituto de la Democracia y
Elecciones IDEMOE, a nivel subnacional, son 11 las provincias que no tendrán
elecciones de categorías provinciales: Chubut, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa,
Neuquén, Rio Negro, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe -si renueva concejales
municipales-, Tierra del Fuego, Tucumán.
Con relación a elecciones primarias locales, 13 provincias
no han adherido a las PASO -ni afines- por lo que el sistema de selección de
precandidatos está liberado a los mecanismos de democracia interna de cada
agrupación política de esos distritos.
No tienen PASO provinciales: Chaco, Córdoba, Corrientes,
Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Santiago
del Estero, Tierra del Fuego y Tucumán.
Hay provincias que irán a las PASO para seleccionar sólo 2
diputados nacionales, es el caso de Río Negro y Tierra del Fuego; o 3 diputados
nacionales en Neuquén, San Juan y Santa Cruz; 5 diputados nacionales en Entre Ríos, a las que cabría agregar las
6 que eligen sólo senadores y diputados nacionales, que son el caso de Chubut,
Córdoba, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán, en ninguna de éstas, se
disputan cargos provinciales.
Los distritos con más categorías en disputa son Catamarca y
Corrientes, que eligen senadores y diputados nacionales, senadores y diputados
provinciales, y también renuevan concejales. En el caso de Corrientes, además
se elige gobernador, bajo un sistema de doble vuelta.
La provincia de Buenos Aires elige 35 diputados nacionales y
renueva diputados y senadores provinciales, y también concejales.
La CABA renueva 13 diputados nacionales y legisladores
porteños. Chaco 4 diputados nacionales y legisladores provinciales.
Jujuy, San Luis, Santiago del Estero, Misiones, Salta
renuevan 3 diputados nacionales y legisladores provinciales. Con la
particularidad que 3 de éstas ya convocaron a sus elecciones locales separadas
de las nacionales. Misiones: 6 de junio, Jujuy: 27 de junio y Salta: 4 de
julio. Santiago del Estero además elige gobernador.
Formosa y La Rioja eligen sólo 2 diputados nacionales y
legisladores provinciales, ambas son unicamerales.
En Argentina y en países de la Región se han realizado
elecciones durante la pandemia (EEUU y Brasil, Ecuador). En algunos casos se
prorrogaron sus fechas iniciales, tal el caso de (Rio Cuarto y Bolivia).
México a partir de septiembre de 2020 inició el proceso
electoral para renovar la Cámara de Diputados y diversos cargos en los 32
estados. Habrá una única jornada electoral, se realizará el 6 de junio de 2021.
El cronograma electoral se desarrolla normalmente y no fue modificado por la
pandemia.
Chile viene postergando sus elecciones y en éstos días su
Congreso, a propuesta del gobierno estaría resolviendo posponer nuevamente las
elecciones -previstas en dos jornadas- para el 10 y 11 de abril, y realizarlas
el 15 y 16 de mayo, por el agravamiento de la pandemia, a pesar su amplia
campaña de vacunación. Perú, Ecuador y Bolivia celebran elecciones el próximo
domingo 11 de abril.
Reflexiones sobre la
realización de elecciones en contexto de pandemia
Desde el Instituto de la Democracia y Elecciones IDEMOE
observamos que las medidas sanitarias preventivas del contagio COVID se han
impuesto a través de protocolos diversos, y están naturalizadas en la
ciudadanía al momento de emitir su sufragio. Los peligros están en algunos
momentos picos que hay que desalentar. Las elecciones pueden -y deben-
celebrarse en pandemia, minimizando riesgos. La clave es cuántas jornadas
electorales podemos sostener en este escenario excepcional, respetando la
ecuación democracia y salud, manteniendo el equilibrio de la decisión de
extremar cuidados para evitar contagios, restringir eventos públicos, exigir
distanciamiento y, a la vez, realizar elecciones que es esencialmente un
momento de alta movilidad social, reunión de personas y manipulación de material
electoral.
Además de ponderar los costos de los comicios -que algunos
subestiman en relación a los parámetros del sostenimiento del sistema
democrático- para que el acto electoral sea íntegro necesita de la presencia
efectiva de autoridades de mesa capacitadas, delegados de la Justicia
Electoral, fiscales partidarios, personal de FFSS Y FFAA, del correo para
entrega de telegramas, distribución de material electoral, transmisión de
actas. A ellos, se suma un actor nuevo: el agente sanitario o facilitador, quien
tiene el rol de garantizar el cumplimiento de los Protocolos de Bioseguridad
ante Coronavirus en los centros de votación, los cuales tendrán que estar
ventilados y en condiciones adecuadas, en invierno y en segunda ola de
contagios.
Asimismo, debemos considerar, el tiempo y los recursos para
campañas electorales, sean éstas en actos presenciales o digitales, que
ocuparán próximamente los espacios de la agenda de gestión pública como la de
los medios, lo cual genera un clima de stress político con sabor a dispendio.
La percepción
ciudadana sobre las PASO
La experiencia de IDEMOE como observador de elecciones en
diferentes niveles, nos indica que la ciudadanía no exige más elecciones,
reclama calidad de la representación.
Mientras los mecanismos electorales, como las PASO, no
garanticen igualdad en la competencia interna, alternancia, renovación y la
oferta electoral siga subsumida en las decisiones de las cúpulas de los
partidos y alianzas, sin participación siquiera de afiliados en las propuestas
de precandidaturas, aunque vengan presentadas en paquetes bien intencionados,
las primarias tal como son usadas, no conforman a la sociedad. Más aún, en las
circunstancias extraordinarias e inciertas que atravesamos, sería conveniente
no sobreactuar la eficacia democrática en la selección de candidaturas mediante
éste mecanismo, que hasta ahora sólo parece bien aprovechado y legitimado en
elecciones provinciales de Santa Fe.
Advertimos qué en 2019, sin pandemia, desde el oficialismo a
cargo, hoy opositores, promovieron la derogación de las PASO, a las cuales
ahora se aferran con los argumentos que tienen los que propician su valor y
existencia, haciendo gala de la incoherencia y vacío argumental de ciertas
élites políticas sobre la importancia -o no- de las PASO, según sus
circunstancias e intereses, mientras la ciudadanía, primigenia depositaria de
los derechos políticos electorales, sigue ajena a éstas decisiones.
A 10 años de su incorporación, y con muy poco uso a nivel
nacional, la pregunta es ¿A quiénes benefician las PASO? O de no celebrarse ¿A
quiénes perjudicarían? Una respuesta sensata, lo explicaría todo.
(*) Abogada. Directora Ejecutiva del Instituto de la Democracia y Elecciones IDEMOE