"No me
importa una elección, sino que los argentinos no se mueran", definió ayer
su postura el presidente Alberto Fernández, tras realizar los anuncios sobre
las nuevas restricciones a la circulación, pensadas para disminuir el impacto
de la segunda ola de coronavirus, frente a las alarmantes difras registradas en
los últimos días, con un nuevo récord ayer. "Cuando leo las barrabasadas
que se escriben, ¿ustedes seriamente piensan que yo quiero vivir en un país
donde la economía caiga, donde la pobreza crezca, donde el trabajo falte?, se
preguntó el mandatario en el día en que fue publicado el DNU. “Escucho que
dicen que los contagios son una solución política, hay que ser un imbécil
profundo o una muy mala persona para decir que hago esto para evitar las
PASO", expresó molesto.
Luego de tres
días en los que se superaron los 20.000 contagios diarios, un encuentro virtual
el sábado entre Fernández y Horacio Rodríguez Larreta, reuniones entre
funcionarios nacionales, provinciales y de la Ciudad en los días siguientes, y
propuestas en general "más light" de parte de la Ciudad que de la
provincia, el Gobierno tomó la decisión de dictar las nuevas medidas por tres
semanas, como un modo de frenar la escalada, mediante un decreto de necesidad y
urgencia.
Las medidas, en
general, apuntas a reducir la circulación de las personas --sobre todo en los
grandes centros urbanos, que al igual que el año pasado son los lugares más
afectados por la ola de contagios--, pero evitando frenar las actividades
productivas. Y apuntando fundametalmente a aquellas actividades en las que se
propician las reuniones sociales, otro foco de contagio comprobado. También se
decidió, a diferencia del año pasado, priorizar la presencialidad en las escuelas.
Según los datos que manejan los diferentes distritos, las escuelas no son
espacios donde se haya registrado mayor circulación del virus.
El decreto
entrará en vigencia desde las 00 horas de hoy y hasta el próximo 30 de abril, y
rige para todo el territorio nacional. Entre los puntos más sobresalientes,
quedará restringida en las zonas con mayor foco de contagios la circulación
nocturna de 24 a 06, a la vez que se reforzarán los controles para el
transporte público, que será exclusivo para trabajadores esenciales, docentes,
estudiantes y empleadas de casas particulares (ver nota aparte). Se establece
además la suspensión para todo el país de los viajes grupales de egresados, de
estudios y grupos turísticos. Además, tal como había anticipado el mandatario,
se suspenden las actividades de casinos, bingos, discotecas y salones de
fiestas.
En la entrevista
que dio ayer a Radio con Vos, el Presidente dijo que no siente que haya tenido
"diferencias" con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez
Larreta, y señaló que coincidieron en que la "circulación nocturna tiene
un efecto perjudicial" en el crecimiento de los contagios de coronavirus.
"Me preocupa el relajamiento social", indicó el jefe de Estado desde
la Quinta de Olivos, donde continúa aislado por haber contraído coroaviris.
"Yo traté de
que estemos de acuerdo todos para que se cumplan las cosas. La gente tiene que
entender que estamos en un país federal, si yo dispongo cosas que la autoridad
de la provincia no cumple es lo mismo a que nos las dicte. Entonces yo necesito
estar de acuerdo con los gobernadores", razonó el Presidente. Sobre la
charla con Horacio Rodríguez Larreta, sostuvo: "Él me dijo que cerrar los
restaurantes a las 10 de la noche podía generar un daño innecesario a la gastronomía,
que él se comprometía a reducir el aforo en los restaurantes y a controlarlo,
que sólo se pueda comer al aire libre y no en los lugares cerrados, el ponerse
más exigente con los protocolos, y yo atendí a esos argumentos" dijo
Fernández.
Y agregó:
"Son medidas tomadas de buena fe, creyendo en la comprensión ciudadana, no
siento que hayamos tenido diferencias, creo que nos pusimos de acuerdo. No sé
si a él le gusta más o le gusta menos el cierre del tránsito a la noche, pero
lo que sí sé es que cuando habló conmigo compartió que la circulación nocturna,
como convoca al vínculo social, tiene un efecto muy perjudicial a la hora de
los contagios, por eso se ha cerrado la nocturnidad en todo el mundo, no es que
se me ocurrió a mí".
Además admitió
que "Axel (Kicillof) tampoco estaba muy de acuerdo en que cerremos a las
10 de la noche, debo confesarlo. Como no soy un necio y me dijeron que en los
hechos no había mucha diferencia entre cerrar a las 10 o a las 11, accedí. Pero
es muy importante que el ciudadano lo entienda, porque no existe el Estado que
pueda estar por encima de la cotidianeidad del ciudadano".
"No hay forma material de que nosotros
podamos controlar el comportamiento humano de cada habitante de la Argentina.
Si el ciudadano no entiende que no se pueden juntar 500 personas a escuchar a
Damas Gratis, si el intendente de Entre Ríos no entiende que no puede hacer una
fiesta para jubilados donde reúne no sé qué cantidad de gente, por más que sea
al aire libre, es imposible", graficó.
"Quiero que cada uno asuma la responsabilidad de lo que dice. Yo leí el comunicado de Juntos por el Cambio, se oponían porque eran medidas que íbamos a dictar nosotros y ya de por sí estaban en contra. Yo en esto me quito el traje de Presidente y me visto de ser humano: a mí no me es grato ver no sólo gente grande que se enferma y muere, ver chicos contagiados, chicos tomando cerveza y pasándose la botella con total negligencia, transmitiendo el virus. Porque esos chicos después van a sus casas y terminan enfermando a sus padres, a sus abuelos, y ahí reacciona mi condición humana. Lo que yo estoy haciendo no es más que lo que hace el mundo. ¿Cuál es la dictadura que estoy ejerciendo?", se preguntó el mandatario.