“Hay que dejar de
pagar todos los impuestos, ni el IVA tenemos que pagar”, disparó un productor
de la Pampa, en uno de los grupos de Whatsapp que agrupan al campo más ultra.
Hoy, esos teléfonos arden con mensajes que sostienen política e ideológicamente
el paro anunciado por la Mesa de Enlace, luego de la comunicación de un cese
temporal de las exportaciones de carne. Los grupos reúnen a ex dirigentes del
PRO, financistas de la campaña de Mauricio Macri, funcionarios de las
Sociedades Rurales de todo el país, que interactúan con propuestas de rebeldía
a las decisiones de los Estados que, en este caso, se matizan además con
consignas políticas.
Desde que el campo se partió en dos mediante el surgimiento
de una alternativa negociadora, el Consejo Agroindustrial, se exacerbaron aún
más los ánimos no sólo contra el Gobierno, sino también contra los dirigentes
que están, hoy, sentados a la mesa del Gobierno para resolver, aún en
desacuerdo con la traba a exportar, por la vía política y no en las rutas. La
situación de perder el eje central en la representación otrora unívoca del
agro, expuso aún más las voluntades de ir a los extremos, y eso se ve la
micromilitancia telefónica.
Hay dos grupos muy activos en la filas del campo primario
que juega fuerte. El "Gurú Agro" y el "Gurú Ganadero",
donde mandan algunas cabezas reconocidas en el ambiente. Por un lado, están los
halcones agrarios de Juntos por el Cambio. A ese puñado de personas, los que
menos los quieren lo llaman la “bandita de Luis”. Luis es Luis Miguel Etchevehere, ex ministro de Agroindustria de
Mauricio Macri, que está acompañado en la escritura de mensajes por varios
lugartenientes.
Santiago del Solar, ex jefe de Gabinete de esa cartera, es
uno de los más activos. Se hizo conocido tras un artículo que reveló Página
I12, en el que se lo contó pidiendo radicalización y posicionamiento político
contra el Gobierno en una reunión de la cámara Argentrigo. En su bando está
también Guillermo “Willy” Bernaudo, el mayor articulador PRO en el agro, que
responde directamente a Patricia Bullrich, la titular del partido. Fue quien
armó, de hecho, el último Zoom de Bullrich del 2020, en el que se buscó llevar
el tema de Vicentin a un conflicto mayor en las rutas. Bernaudo es el creador
del Grupo Agro Político (GAPU), donde conoció a Bullrich. Allí, la líder PRO lo
hizo conocer a Macri. Fue jefe de Gabinete con Buryaille y secretario de
Agricultura de Etchevehere.
De ese grupo salió una apuesta fuerte en las últimas horas:
agitar, por Whatsapp y teléfono, la idea de sostener el paro del campo, aunque
el Gobierno acepte negociar salidas alternativas. Y, por otro lado, forzar más
medidas, como por ejemplo sugerir que los exportadores dejen de liquidar
divisas. También hizo aportes en ese sentido allí Pablo Torello, el diputado y
productor agrario, que ya había usado el teléfono para mover tropas con el caso
Vicentin.
En general, su militancia anti gobierno no hace que sean santos
de la devoción de mucho. En una parte incluso anti peronista de la ruralidad, a
los Etchevehere boys se los ve como
aquellos que avalaron la decisión de Macri de volver a imponer retenciones,
luego de prometer sacarlas. En paralelo, la
negación a Etchevehere se ve, incluso, en la cuestión política: quiere ser
candidato en las elecciones en su pago chico, Entre Ríos, pero el ex ministro
Rogelio Frigerio, que arma las listas de la provincia con una idea de una
alianza amplia y posible cambio en el nombre del partido, lo tiene mal
conceptuado.
Los que apoyan
económicamente
Entre muchos dirigentes de base del interior y la Pampa
Húmeda, también resalta la participación en los chats ultra de economistas,
consultores y financistas políticos. El de perfil más alto, que escribe seguido
en los grupos, es David Lacroze, ex directivo de SRA y titular de la Junta
Nacional de Granos en tiempos de dictadura. Avala económicamente al macrismo
desde la creación del G-25, un think tank que armó hace muchos años el ex ministro
de Transporte, Guillermo Dietrich. Lacroze, que saltó a la fama cuando increpó
en un avión a la hoy vicepresidenta Cristina Kirchner, es el dueño de la casa
de Villa La Angostura en la que suele vacacionar Macri.
Otro de los financistas, que supo aportar a la campaña de
María Eugenia Vidal, es Martín Goldstein, de la firma Cleanosol. También activo
en los grupos.
En los chats del agro hay, además, una inclinación opositora
que corre del eje la discusión por la carne. En las últimas horas, difundieron
un comunicado de varias Sociedades Rurales, pidiendo por la institucionalidad
del país y por la ley del Ministerio Fiscal. Una situación que se calcó el
comunicados de IDEA, AEA, y el Foro de Convergencia Económica, pero que
hablaron directamente de eso.
En ese sentido, la radicalización marca una diferencia con otros grupos de lobby empresario, como Nuestra Voz. En el chat que armó el titular de Mercado Libre, Marcos Galperín, se tomó una posición contraria al cierre de exportaciones, pero apuntada al perjuicio económico.