Carlos Gutiérrez es el jefe del bloque Córdoba Federal.
Reclama diálogo al gobierno nacional. Y sostiene que hay que dar marcha atrás
con la medida.
A Carlos Gutiérrez se lo conoce en Córdoba como un peronista
de toda la vida y se lo distingue como al alter ego del gobernador Juan “el
Gringo” Schiaretti. Gutiérrez, de 67 años, que llegó a la política desde su
actividad como comerciante en Río Cuarto, preside el bloque Córdoba Federal en
diputados. Su voz se levantó cuando el gobierno de Alberto Fernández subió las
retenciones, apenas asumido. Luego se diferenció en defensa de las Paso. La
semana pasada, cuando se cerraron las exportaciones de carne, Schiaretti instruyó a sus ministros en el
rechazo a la medida, una postura que adoptaron sus pares, también peronistas de
Santa Fe y Entre Ríos. Clarín dialogó ayer con Gutiérrez.
-¿Cómo podría moderarse
el precio de la carne?
-La primero es volver todo para atrás: el gobierno, dejar
sin efecto la prohibición de exportar, a la que consideramos equivocada, y al
mismo tiempo, las entidades agropecuarias levantar todas las medidas adoptadas.
Si alguien metió la pata, no lo solucionaremos profundizando el conflicto; esa
lógica del todo o nada ya nos ha costado a los argentinos serios dolores de
cabeza como para seguir intentándolo. ¿Alguien sabe real difícil que es conquistar
una posición en los mercados externos? ¿Alguien sabe lo que ocurrirá con las
vacas de descarte, o en la producción láctea, que será la próxima víctima en
serie de esta decisión? Sabemos que en el gobierno nacional hay funcionarios
que conocen esto; de hecho, es absolutamente legítima su preocupación por el
aumento sostenido del precio de la carne. Sabemos que el camino es aumentar la
producción, como ha dicho sensatamente el gobernador de nuestra vecina Santa
Fe; sabemos lo que ha costado recomponer el stock ganadero; el esfuerzo de
muchos de nuestra industria frigorífica para adecuarse a las normas de
exportación, y debemos saber de la situación concreta de la llamada mesa de los
argentinos, diezmada por el aumento de precios pero fundamentalmente por la
inflación. ¿No seremos capaces los argentinos de sentarnos a una mesa con el
gobierno nacional, los gobiernos provinciales y los distintos actores de la
producción y la industria cárnica para encontrar la fórmula que haga posible el
llamado desacople de los precios internos y los externos? No hay fórmula
técnica que pueda sustituir lo que únicamente el diálogo sincero, sin ganadores
ni perdedores, aporte a este conflicto.
-¿Cómo impactó en
Córdoba el cierre?
-De manera similar a otras provincias productoras. Sólo en
Río Cuarto hay frigoríficos que vienen desde hace tres años buscando ocupar su
lugar en la exportación y están a punto de lograrlo. Estas medidas echan por
tierra todos estos avances, desalientan la inversión y un racimo de etcéteras
que todos conocemos. Pero también tenemos jugadores de primer nivel, que ya
están exportando con éxito y que se verán en serias dificultades.
-¿Hablaron con la
Casa Rosada?
-No. Y precisamente por eso es necesaria la convocatoria a
un diálogo donde estén las provincias incluidas.
-¿Qué gestiones están
haciendo?
- Nuestro diálogo con el sector productivo, y al que permanentemente trasladamos esta visión en el intercambio que tenemos, es bien conocido. No por que pensemos igual en todos los temas, sino porque hace mucho tiempo que todos entendimos que ponerse de acuerdo en el trabajo conjunto es lo que da como resultado una alianza virtuosa como único camino hacia el progreso. Porque para nosotros, es el único modo sustentable de progreso social; lo decimos y lo practicamos una y otra vez en Córdoba: no hay mejor política social que un buen empleo. Ojalá estos intercambios de pareceres que hoy existen no oficialmente se plasmen en una mesa de diálogo donde zanjar las diferencias. No habrá, a nuestro humilde entender, un camino más seguro para contribuir con soluciones a las terribles consecuencias de la inflación en los hogares argentinos.