El feriado puente del lunes, que estaba, salió, y volvió a
último momento, dejó a muchos desacomodados sin poder volver a armar viajes. El
dólar, la expectativa por el inminente vencimiento con el Club de París y las
internas políticas también se sumaron e
hicieron que el 25 de Mayo y el Tedeum virtual de Alberto Fernández,
también fueran tema de quinchos del fin de semana
Lluvia, frío y malhumor. Las nuevas restricciones por el
alarmante aumento de casos de covid, aunque aceptadas, causaron malestar entre
la gente. Algunos casos se agudizaron por otras cuestiones. Los comerciantes
que deben volver a cerrar. Los ganaderos con un muy controvertido, e
inesperado, cierre de las exportaciones. Las familias que vuelven a tener a los
chicos en casa al suspenderse las clases presenciales, etc. El feriado puente
del lunes, que estaba, salió, y volvió a último momento, dejó a muchos
desacomodados sin poder volver a armar viajes. El dólar, la expectativa por el
inminente vencimiento con el Club de París y las internas políticas también se
sumaron e hicieron que el 25 de Mayo y el Tedeum virtual de Alberto Fernández,
también fueran tema de quinchos del fin de semana, aunque sea en versión Zoom.
Además, un atentado con bomba en Bahía Blanca causó conmoción en las últimas
horas. Veamos.
Temor por el regreso. Locro y pastelitos por delivery para
los que se quedaron, y mucha mala sangre para los que se fueron a pesar de las
restricciones, por la amenaza de “no poder volver” que reiteró, en varias
ocasiones, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, fueron el condimento
obligado de todos los quinchos del largo fin de semana, con feriado puente
reinstituido, por la conmemoración del 25 de Mayo. Es cierto que a la “quietud”
urbana que impuso la reinstalación de fuertes restricciones para moverse se
sumaron el frío y la lluvia en buena parte del país, que ayudaron bastante a
“quedarse en casa”, o en countries cercanos, con la expectativa de poder
volver, aunque sea, un par de días después de lo previsto, o directamente el
lunes 31 cuando, supuestamente, se volverían a flexibilizar las exigencias,
aunque hay muchas dudas al respecto. Pero, no todos lo tomaron con tanta calma
y en varios lugares del país (menores que en otras ocasiones) se produjeron
manifestaciones y caravanas de protesta, que se concentraron ayer, incluyendo
los clásicos del Obelisco de la Ciudad, donde manifestaron los porteños, igual
que en la quinta presidencial de Olivos, para el norte bonaerense, más conocido
por los políticos como “la 1º” (circunscripción electoral, una de las más
pesadas, con más de 3 millones de electores), y también el Monumento a la
Bandera en Rosario, como los más emblemáticos. Pero si el fútbol y el clima
dominaron la escena -en apariencia- de casi toda la semana, por debajo ocurrió
de todo. Sin embargo, los hechos fueron tan vertiginosos que en más de un caso
ni siquiera dieron tiempo a decantarlos . Así, desde el cólico renal de Máximo
Kirchner (que lo tuvo un día internado en La Plata), hasta el épico triunfo de
River con su plantel diezmado por el covid, pasaron más que rápidamente, ante
los nuevos acontecimientos que se fueron sucediendo.
Consejo. En ese escenario, el paro en la comercialización de
hacienda por 9 días, decretado el jueves pasado, tras el inesperado cierre de
las exportaciones el lunes anterior para intentar bajar los precios internos,
ya parece cuestión de historia, aunque se continuará prácticamente hasta el
lunes 31 (igual que la cuarentena). Y, aunque el Mercado de Liniers está
abierto, hoy tampoco se prevé que haya alguna entrada. Las derivaciones de la
medida, además de profundizar las diferencias entre el Gobierno y sectores
productivos privados, también las ahondó dentro del propio gabinete y dio lugar
a situaciones llamativas, como la fuerte recomendación del expresidente
uruguayo José “Pepe” Mujica a Alberto Fernández: “Esto es un asunto serio.
Tenés que buscar un punto de conciliación”, le recomendó el oriental, que pasó
por una situación similar ni bien asumió. En aquel caso, sin embargo, Mujica
explicó a la gente (y en especial a sus votantes) que “Uruguay necesita los
dólares. Tenemos que exportar (la carne). Tendrán que comer otra cosa”, les
dijo, y así sucedió. Pocos años después habían recuperado sus ingesta y,
además, se consolidaron como uno de los mercados proveedores del mundo. Además
del muy amplio cuestionamiento a la medida, dentro y fuera del país, por parte
de las más variadas organizaciones, no sólo del campo, hubo dos derivaciones
inesperadas. Una de ellas es la posibilidad de que Argentina pueda ser llevada
ante la OMC (Organización Mundial del Comercio) por incumplimiento de contrato,
por parte de alguno de los países compradores, lo que no ayudaría demasiado a las
gestiones oficiales hoy en marcha. El otro hecho fue el respaldo público a los productores, de parte de los 3 gobernadores
de la conocida “Zona Centro” del país: Omar Perotti de Santa Fe; Juan
Schiaretti de Córdoba y Bordet de Entre
Ríos, todos provenientes del justicialismo, aunque dos de ellos hasta ahora
fuertemente oficialistas. El tema, que no muchos tuvieron en cuenta, es que se
trata de provincias fuertemente exportadoras de carne, y a las que la medida
golpea muy duro en lo económico y en las fuentes de trabajo, justo en un año en
el que la economía de las provincias también está en jaque, y a meses de
elecciones en las que los mandatarios también juegan espacios propios
importantes para su futuro. Además, la prohibición ahora a exportar carne se suma
al conflicto latente por la falta de prórroga consistente de la Ley de
Biocombustibles que estaba vigente, y a la que ahora le apareció otro proyecto
en Diputados, muy rechazado por los distritos productores más fuertes, como
Santa Fe y Córdoba, con muy fuertes inversiones en la materia. Tanto este tema
como otros que causan malestar se habrían reflejado en algunas reuniones
virtuales, y “presenciales”, de un grupo bastante mayor de gobernadores que se
vienen realizando en el CFI (Consejo Federal de Inversiones).
Control de daños. En todas estas movidas Alberto F. todavía
no quedó bien parado, aunque lo menos importante, pero sí muy promocionado, fue
el inexplicable error sobre los “2 millones de cabezas” del rodeo vacuno que,
según él, tenía la Argentina en el 45, que “aumentó a 3 millones al irse el
peronismo (55)”, cifras que en realidad eran de 34 millones de cabezas (45) y
44 millones en 1955. “Se nota que no consultaron a Basterra. Hasta él conoce
las cifras correctas si lo hubieran consultado”, señalaba un dirigente respecto
al titular de Agricultura, alimentando la creencia generalizada de que el
Presidente atendió a una sola campana a la hora de tomar semejante decisión.
Ahora, las reuniones, incluso con Matías Kulfas, de Producción, como la que ya
tuvo lugar con el CAA (Consejo Agroindustrial Argentino), se multiplican para
tratar de evitar daños y encontrar una salida, ante las diferencias que también
quedaron en evidencia entre los privados, y más aún con la dirigencia de los
exportadores. “No queremos caer tampoco en el monopolio de los grandes
exportadores”, se quejan otras industrias medianas, que ya acercaron una
propuesta de más volumen de cortes para el mercado interno que la que había
acordado la exportación. Todo en medio de acusaciones cruzadas, desconfianzas
varias, y no pocas denuncias “informales” de irregularidades del más variado
tenor.
Asunción. Mientras transcurría el lluvioso fin de semana,
que permitió ver mucha televisión, y hasta algún almuerzo, en Nordelta hubo un
encuentro de un grupo de dirigentes empresarios para analizar las próximas
elecciones en su entidad. Allí, entre vermouth y picadas se siguieron las
alternativas de la región, incluyendo la asunción de Guillermo Lasso y su mano
derecha, César Monge, en el Gobierno de Ecuador (adonde asistió el canciller
Felipe Solá, con una misiva de Alberto Fernández); o la llamativa cumbre de los
expresidentes Luiz Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso, otrora muy
enfrentados. “No los une el amor, sino el espanto”, aportó uno de los
comensales, aludiendo a las eventuales coincidencias de ambos frente al actual
mandatario Jair Bolsonaro, y a la necesidad de comenzar a consolidar algunas
definiciones básicas. También la situación del estratégico Ministerio Público
con su trasfondo de fiscales, ahora aparentemente postergado por el oficialismo
(“y que la mayoría de la gente no entiende”, aportó uno de ellos), fue puesto
sobre la mesa, aunque las fuertes declaraciones de la titular del PRO, Patricia
Bullrich, respecto a las vacunas de Pfizer, que le merecieron la rápida
respuesta del oficialismo, incluyendo al Alberto F., lo desplazaron rápidamente
del centro de la escena. El asunto, que cayó como una tromba en las filas del
macrismo, dividiendo más aún las aguas, parece ser una jugada extrema de
Bullrich que le dio un rápido rédito mediático, pero que también puede tronchar
sus pretensiones presidenciales si la Justicia, a la que la someterá el
Gobierno, dictamina en su contra. Rato después, mucho más abocados a su temas
empresariales, destacaban los muy rápidos cambios que están llevando adelante
muchos negocios. Es que ni lerdos ni perezosos, los comerciantes agudizan la
imaginación para intentar compensar, aunque sea parcialmente, la caída de
ventas que les vuelve a producir la reimplantación de restricciones. Desde las
ventas por WhatsApp (para tiendas y regalerías), pasando por ventas online
hasta de maquinaria agrícola como las de Monasterio Tattersall, y los
deliveries más sofisticados para los restaurantes, la creatividad se multiplica.
También, cada vez son más las empresas que apelan a estos servicios para
fidelizar a los clientes, o para convocarlos a charlas y reuniones. Un ejemplo
de esto fueron los “almuerzos Patrios” de Las Lilas con que fueron agasajados
algunos clientes destacados de un banco privado, hasta los brunchs de Panni con
los que Microsoft invitó a participar, vía Zoom, de la presentación de su
alianza con Webee, de la novedosa plataforma 4.0 para empresas agropecuarias.
“Igual, son muchos más los que pierden que los que ganan”, reconocía el gerente
de una empresa de productos masivos, ubicada sobre una gran avenida, ahora sin
tránsito, y casi sin peatones. Este tema es el eje de atención en el conurbano
bonaerense, justamente por la dificultad para controlar, incluso, negocios más
informales como ferias y venta callejera.
Un hombre, internado en estado de coma, se recupera al cabo
de un mes y, al volver en sí, observa a su lado a su abnegada esposa, quien no
ha dejado un solo día de acompañarlo. Entonces, acercándose a ella, le dice con
la voz deteriorada por la enfermedad:
-Querida...
-Sí, querido...
-Cada vez que he tenido un problema grave estuviste a mi
lado...
-Sí, querido.
-Cuando me despidieron, estuviste ahí para apoyarme. Cuando
mi negocio fracasó, estuviste ahí. Cuando me dispararon, estuviste a mi lado.
Cuando perdimos la casa, me apoyaste. Cuando mi salud empezó a fallar, seguiste
a mi lado. ¿Sabes qué?”
-¿Qué, mi amor? -le preguntó su mujer con suavidad.
-Creo que sos mufa.