El Gobierno aún confía. Se afirma dentro del gabinete
económico que se le puede dar pelea a la inflación del 2021, y que el dato
final puede quedar entre el 36% del IPC registrado el año pasado y un 40/41% de
tope. Y que las predicciones privadas de un 50% final (apoyado por el dato
interanual del 48,8% de mayo), son simplemente fruto de las expectativas
culturales, sin apoyo técnico. Sin embargo, se reconoce que para que se dé el
tope del 40%, la evolución del índice que mide el INDEC deberá perforar el 3%
antes de agosto, y ubicarse más cerca del 2% hasta fin de año.
La proyección oficial es la siguiente. En junio la evolución
debería acercarse al 3,3% de mayo; con preocupación con lo que suceda con la
liberación de los alimentos que ya no están bajo el amparo de Precios Máximos y
los efectos del segundo tiempo de los aumentos únicos para el año para algunos
servicios públicos como el gas y la electricidad. Desde julio y agosto la
tendencia debería ser pelear el 3%; y hacia delante mantenerse por debajo ese
índice. Finalmente en el último trimestre, para el momento electoral, los datos
que arroje el INDEC debería ser cercanos al 2%. Y, si esto se diera, el 40%
final sería posible. Pero todo dependerá del mecano de precios del segundo
semestre, que debería ya ir dando resultados efectivos desde el próximo mes.
Mientras tanto, el entusiasmo del Gobierno se basa en la
economía real. Según un informe que se distribuyó desde la Jefatura de Gabinete
al resto de los ministerios y oficinas que tienen alguna responsabilidad
directa o indirecta con el manejo de la economía; la producción estaría en
mejoría pese a la pandemia, y con amplias posibilidades de recuperación para el
segundo semestre. Y, curiosamente, la visión optimista se basa en datos de
consultoras privadas teóricamente algo lejanas de la visión oficial: la de
Orlando Ferreres, FIEL, y el informe sectorial correspondiente a Asociación de
Industriales Metalúrgicos (ADIMRA).
En todos se estaría vislumbrando una recuperación importante
desde el primer trimestre del año, y un surfeo fuerte en el segundo trimestre,
donde las restricciones a la actividad se habrían hecho fuertes y mostrado
consecuencias importantes en la actividad. Pese a esto, no habrían provocado un
derrumbe en la producción, sino sólo un estancamiento.
Los informes que rescató el gobierno consignan lo siguiente:
Orlando Ferreres:
El nivel general de actividad registró un crecimiento de
27,0% anual en abril, acumulando para el primer cuatrimestre del año un avance
de 8,4%. La medición desestacionalizada observó una mejora de 0,2% respecto de
marzo.
Producción industrial: abril +48,8% interanual, y acumula
una expansión de 14,5% para los primeros cuatro meses del año.
Maquinaria y Equipo anotó una expansión de 154,5% anual. En
total, acumula un avance de 44,9% para el primer cuatrimestre.
Alimentos, Bebidas y Tabaco en abril, +17,1% interanual. En
su conjunto, el sector acumula un avance de 11,3% para los primeros cuatro
meses de 2021.
Minerales no metálicos: abril +174,7% interanual, y 6,9%
respecto al 2019. Acumuló para los cuatro meses un incremento de la producción
de 61,9%.
FIEL
La producción industrial de abril mostró un salto de 60,7%
con respecto al mismo mes de 2020.
La industria acumula un avance de 21% en el primer
cuatrimestre en la comparación interanual.
La producción automotriz lidera el crecimiento con un avance
de 81% en la comparación interanual, seguido de la producción de minerales no
metálicos (+57,4%), la metalmecánica (42,7%), los despachos de cigarrillos
(+29,8%) y la producción siderúrgica (+25,7%).
En términos desestacionalizados, el IPI de abril avanzó
2,.3% respecto a marzo.
Adimra
La actividad metalúrgica creció 51,8% interanual en abril,
mientras que el nivel de producción cayó 4,4% respecto a marzo.
El rubro que presentó una mejor recuperación fue el de
Fundición, con un aumento del 63,4% ciento en abril.
Las provincias que presentaron mayores incrementos fueron
Córdoba (66,2 %), Entre Ríos (55,6%)
y Santa Fe (50,9%).
En cuanto al nivel de empleo, creció 4% en relación al mismo mes de 2020, y acumula un crecimiento de 2,1 % en lo que va del año. El 25% de las empresas redujo las horas extras y el 11% hizo lo mismo respecto de la jornada laboral.