El frenético ritmo de la campaña electoral y el contexto de
una pandemia que sigue acechando desplazan la atención de lo que ocurre en
otros planos y que también compromete la vida cotidiana de miles de ciudadanos.
Por caso, la gravísima situación que se vive en siete provincias argentinas por
la bajante del río Paraná pone en jaque la provisión de agua potable, afecta
seriamente la actividad pesquera y complejiza el movimiento fluvial de transporte
de granos y comercio a gran escala.
El dramático escenario, según vaticinó ayer en Corrientes
-uno de los distritos más castigados- el investigador del CONICET Juan José
Neiff, podría continuar hasta diciembre. La bajante afecta a las provincias de
Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires.
Por la Hidrovía conformada por los ríos Paraguay, Paraná y
Uruguay, sale aproximadamente el 80% de la exportación nacional.
“La cuestión no es solo la bajante extraordinaria del río Paraná, sino el tiempo ininterrumpido en esta situación, que ya alcanza 730 días”, remarcó el investigador y agregó que “desde 1901, que se inició el registro hidrométrico en Corrientes, no se presenta una situación similar, tan extendida en el tiempo”.
Por caso, el puerto de la capital correntino registraba ayer 0,29 metros, una altura que no se registra desde 1944.
El experto explicó sobre la bajante que “los pronósticos de El Niño y La Niña, que son los que influyen, determinan que la situación continuará hasta diciembre”.
“La consecuencia más grave es la provisión de agua y pueden generarse problemas en muchas ciudades”, precisó Neiff y destacó la inversión de 1.000 millones de pesos anunciada por el Gobierno nacional. Los recursos “ayudarán para realizar obras en esta emergencia, como la instalación de bombas y acueductos para generar movimiento”, señaló.
Por otra parte, explicó que si la bajante continúa de esta manera, “puede ocurrir que en el verano tengamos cianobacterias por algas que son tóxicas”.
“Hay un aumento de probabilidades en el desarrollo de estas algas, lo genera que el tratamiento para la potabilización del agua sea más costoso”, explicó el investigador del CONICET.
En este sentido, el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) emitió en las últimas horas recomendaciones ante la “severa” bajante del Río Paraná, entre las cuales propicia ahorrar agua para el consumo diario y no quemar basura, pastizales o cualquier corteza vegetal, para reducir las posibilidades de provocar incendios forestales.
SINAGIR emitió las recomendaciones convocado por la Jefatura del Gabinete de Ministros, a cargo de Santiago Cafiero, en cumplimiento de lo dispuesto por la Ley 27.287, según un comunicado del organismo nacional.