La decisión se
tomó a raíz del impacto y las consecuencias que se están generando en la región
de influencia de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú.
El presidente
Alberto Fernández declaró el "Estado de Emergencia Hídrica" por 180
días en por la histórica bajante del río Paraná que afecta a las provincias de
Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires.
El decreto, que
se publicará en las próximas horas en el Boletín Oficial, faculta a
"delimitar las áreas afectadas por la emergencia" al jefe de
Gabinete, Santiago Cafiero, en su carácter de presidente del Consejo Nacional
para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil.
Además, el
decreto instruye a diferentes áreas del Gobierno a adoptar medidas para
"mitigar las consecuencias de la grave situación que genera la
bajante".
Los ministerios
de Desarrollo Productivo y de Trabajo establecerán las acciones pertinentes
para la preservación de la actividad productiva y puestos de trabajo; Obras
Públicas dispondrá y monitoreará la realización de obras de infraestructura;
Seguridad, a través del Sistema Nacional de Alerta Temprana y Monitoreo de
Emergencias (SINAME), planificará las medidas de apoyo y toma de decisiones, y
por intermedio del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo
(SINAGIR), asistirá las poblaciones ribereñas.
Por su parte, la
cartera de Ambiente y Desarrollo Sustentable mantendrá el control de incendios.
En tanto, el Ministerio de Transporte "observará las posibilidades de
navegación y acceso a puertos; el Instituto Nacional del Agua brindará sus servicios
técnicos con relación a la emergencia; la Secretaría de Energía, asegurará el
abastecimiento de energía eléctrica y el Ministerio del Interior se encargará
de la coordinación con las provincias afectadas".
Asistencia financiera
El Banco Nación y
la AFIP dispondrán la asistencia en materia crediticia e impositiva,
respectivamente. Asimismo, se define la suspensión de plazos administrativos en
las regiones afectadas, según informó el Gobierno.
La bajante actual del Paraná es la más importante en el país en los últimos 77 años. El déficit de precipitaciones en las cuencas brasileñas del río Paraná y del río Iguazú y la sequía son factores determinantes.