"Quien no sabe lo que busca, no entiende lo que encuentra", escribió el francés Claude Bernard. Algo parecido le pasó a Racing en la calurosa tarde de Paraná, donde, casi sin intentarlo ni merecerlo, se terminó llevando un triunfo por 2-1 en un partido correspondiente a la décimo quinta fecha de la Liga Profesional.

El conjunto de Avellaneda vivió un primer tiempo para el olvido. Patronato lo pasó por arriba, se aprovechó del desconcierto rival y estuvo a tiro de marcar en varias ocasiones inmejorables. Sin embargo, se enfrentó a un notable "Chila" Gómez, que se mostró imbatible y hasta le atajó un penal a Junior Arias a falta de cinco minutos para ir al descanso.

Pero para el complemento todo cambió. Claudio Úbeda mandó a la cancha a Tomás Chancalay y en apenas tres minutos la Academia marcó la diferencia.

El ex Colón trasladó en una contra, soltó hacia su derecha, y no podía ser otro el protagonista del gol que Lisandro López, el único que llevaba el equipo para adelante. Con una sutil definición de cucharita, Licha la mandó a guardar y puso el 1-0.

A los 21, a Racing lo volvió a asustar el fantasma de la desconfianza y pecó de ingenuo para sostener su ventaja parcial.

Los futbolistas albiceleste se tiraron muy atrás, el Patrón lo acorraló y en un par de avances llegó al empate. Fabio Vázquez sacó un remate rasante desde afuera del área entre medio de las piernas de compañeros y ajenas y la colocó al lado del palo.

Aunque sin argumentos, y también con un poco de polémica, la visita volvió a ponerse arriba a los 35. Chancalay disputó fuerte una pelota dividida con el arquero Ibáñez (todo Patronato pedía falta), el delantero llegó a puntearla y Enzo Copetti decretó el 2-1 abajo del arco con un cabezazo.

Así lo ganó Racing. Con poco, con lo justo, con escasos merecimientos.

Pero ganó al fin, y en Avellaneda, después de ocho partidos sin festejos, ya no importa el cómo, sino el qué. Ahora, tendrá una semana para trabajar con otro ánimo y darle una vuelta de rosca al equipo desde lo futbolístico.