Como parte de su tour federal de campaña por el interior del país con miras a las legislativas del 14 de noviembre, el expresidente Mauricio Macri desembarcó durante las últimas horas en la provincia de Entre Ríos para respaldar a la postulación a diputado nacional de su exministro del Interior Rogelio Frigerio, aliado de Horacio Rodríguez Larreta y protagonista de uno de los batacazos electorales de Juntos por el Cambio en las PASO.

Allí, Macri y Frigerio escenificaron una postal de unidad tras los últimos cortocircuitos entre ambos: compartieron una recorrida por la ciudad de Victoria, se reunieron con referentes locales e intercambiaron elogios.

En el terruño del peronista Gustavo Bordet, donde la coalición opositora superó por veinte puntos al Frente de Todos, el exjefe del Estado ponderó la performance de Frigerio en el distrito y se mostró “optimista” de cara a los comicios de medio término: dijo que siente en sus caminatas por el interior que está “cambiando la Argentina”.

“Tengo mucha confianza en lo que es capaz de hacer Rogelio, creo que va a ser una gran oportunidad para esta provincia a futuro”, sostuvo el fundador de Pro. ¿Un guiño para 2023?

En rigor, las tensiones entre Macri y Frigerio, socio político del extitular de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, quien continúa enemistado con el exmandatario, comenzaron a aplacarse después del triunfo de la oposición en las primarias en Entre Ríos.

Tras las PASO, Frigerio visitó a Macri en sus oficinas de Olivos. En ese encuentro, el exjefe del Estado y su exministro buscaron conciliar posturas después de varios cortocircuitos. Es que Macri había apuntado contra Frigerio y Monzó hace apenas un año.

En una entrevista televisiva, el exmandatario dijo que se arrepentía de haber “delegado” en el sector “filoperonista” la negociación política con los gobernadores y el PJ.

“Ese día limaron asperezas. El destinatario de ese mensaje no era Rogelio”, aseguran fuentes macristas. Cerca del candidato a diputado coinciden en que fue una “buena charla”, aunque las diferencias políticas entre ambos se mantienen.

“Es positivo que estas cuestiones de Juntos por el Cambio se empiecen a solucionar y haya una integración”, sostiene un ladero de Frigerio y Monzó.

A diferencia de Larreta o Patricia Bullrich, titular de Pro, Macri no había hecho explícito antes de las PASO su apoyo a Frigerio, quien encabezó un frente amplio con un sector de la UCR, el GEN de Margarita Stolbizer y el partido Fe, aliado del kirchnerismo en otros distritos. Es más, alfiles del ala dura del macrismo especulaban con impulsar la candidatura de Luis Miguel Etchevehere, exsecretario de Agroindustria.

En la previa del cierre de listas, Etchevehere cuestionó en duros términos la postulación de Frigerio antes de la contienda. “Es una persona que no habitó nunca la provincia, solo tiene un domicilio fiscal acá. Es una candidatura forzada”, lanzó el extitular de la Sociedad Rural (SRA).

Con distintos perfiles, Frigerio y Etchevehere corren detrás del mismo objetivo: pelear por la gobernación de Entre Ríos en 2023.

En el entorno de Macri repiten que el expresidente fue invitado por el equipo de Frigerio a visitar la provincia para compartir una recorrida. Sin embargo, fuentes de Pro vinculan la visita de Macri a la puja interna con Larreta por el liderazgo opositor. “Mauricio confirmó que venía a Entre Ríos después de que estuvo Horacio”, especulan.

Otro alfil del monzoísmo señala: “Está de gira para tener su cuota en el eventual triunfo nacional”. Allegados al exmandatario subrayan que Macri “está enfocado” en blindar la unidad y quitarle el quorum al kirchnerismo en ambas cámaras del Congreso, sobre todo en el Senado.

El expresidente arribó ayer a la Ciudad de Victoria -participó de una recorrida y se juntó con el senador nacional Alfredo De Angeli y Néstor Roncaglia, exjefe de la Policía Federal- y regresó a Buenos Aires.

Mañana viajará a la ciudad de Dolores para declarar en la causa por supuesto espionaje. La primera intervención de Macri en la campaña para las generales del 14 de noviembre fue en la Capital, la fortaleza electoral de Pro, donde se exhibió junto a María Eugenia Vidal.

Luego, viajó a Santiago del Estero, bastión de Gerardo Zamora, para apalancar a Facundo Pérez Carletti (Pro), quien cayó en las PASO ante la boleta del oficialismo local. Durante los últimos días, Macri también visitó Córdoba y Santa Fe, dos distritos donde se impuso la coalición opositora. En esos territorios caminó junto a Luis Juez y Carolina Losada, quienes doblegaron en la interna cambiemita a los candidatos que habían tenido el aval de Macri.

Pasado mañana, el expresidente irá a Chubut, otro distrito estratégico para la oposición, para respaldar a Ignacio Torres, quien cosechó un sorpresivo triunfo en las primarias en la categoría de senadores nacionales.

Larreta desembarcará allí pocas horas después, pero no coincidiría con Macri. La hoja de ruta del fundador de Pro seguirá en Buenos Aires: en los próximos días visitará Tandil y Miramar junto a Diego Santilli. Compartirán “un encuentro con vecinos”, todo un sello de las campañas de Pro.

Envalentonado con el feedback de sus recorridas, Macri aventura: “El 14 de noviembre colapsa la irracionalidad. Juntos por el Cambio tiene la enorme responsabilidad de sostener la esperanza y la sensatez”.