En medio de una brutal sequía y de incendios que azotan extensas zonas del país, la Asociación Argentina de Brangus se hizo eco del panorama que atraviesan cientos de productores y manifestó su preocupación al respecto.
En este contexto, instó a las autoridades nacionales y provinciales para que actúen “con la celeridad y la responsabilidad que tan grave situación requiere”.
“Nos solidarizamos con todos aquellos productores que hoy padece la situación derivada del fuego y la falta de agua”, dijeron en un comunicado.
Por otro lado, remarcaron que la carga impositiva “insostenible” que soporta el productor, “debería servir, entre otros objetivos, para ayudar y paliar la grave situación que atraviesa el campo argentino”.
El fin de semana, luego de recorrer campos que sufren una dura sequía en Entre Ríos y Santa Fe, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez analiza incrementar el Fondo de Emergencia Agropecuaria, que desde el 2009 se mantiene en $500 millones. En tanto, muchas de las provincias afectadas por los incendios y la falta de precipitaciones están evaluando declarar la emergencia agropecuaria.
En Santa Fe, por ejemplo, el gobernador Omar Perotti convocó a la Comisión de Emergencia Agropecuaria para analizar la ayuda a los productores.
En tanto, en Córdoba, en los próximos días el gobierno provincial empezará a analizar la determinación de la “emergencia agropecuaria”. Por su parte, la coalición de Juntos por el Cambio le solicitó al gobernador bonaerense Axel Kicillof que decrete la Emergencia o Desastre Agropecuario en la provincia y “se de intervención al Ministerio de Desarrollo Agrario para que adopte medidas especiales de apoyo a los productores perjudicados por la sequía”.
Mientras que en Entre Ríos, la delegación local de la Sociedad Rural Argentina (SRA) pidió al gobernador Gustavo Bordet que siga ese mismo camino.