Desde julio del 2021 rige en la Cuenca del río Paraná una Emergencia Hídrica. La decisión afecta a las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco, Corrientes, Misiones y Formosa.

Por estos días el panorama del río Paraná está bastante mejor, según informó el Instituto Nacional del Agua (INA). En realidad hablan de una situación equidistante entre lo que debería ser un nivel normal a esta altura del año y lo que se alcanzó a ver en los últimos dos años.

La tendencia climática sigue siendo mala. El pronóstico no indica una mejora de las lluvias significativas. “Vamos a seguir teniendo la distancia con los valores normales. Vamos a tener muchos meses para volver a tener un río Paraná como el que teníamos antes”, explicó Juan Borus, subgerente de Alerta Hidrológica del Instituto Nacional del Agua (INA).

Y añadió: “Todo hace pensar que la variabilidad climática cada vez es mayor. Que podemos pasar rápidamente de situaciones de mucha agua a muy poca y viceversa. Lo vimos claramente los últimos años. Lo vimos sobre todo el 2009 y el 2019”.

Sin embargo, Borus apuntó que el Paraná está “marcando el camino hacia la normalidad, que quizás se alcance en la primavera”. Se podría llegar a notar una mejora gradual en el promedio de lluvias durante el invierno.

Por su parte el Presidente del INA, Jun Carlos Bertoni, en declaraciones a Radio de Uno advirtió sobre las consecuencias en la fisonomía del curso de agua, debido a que allí donde se ausentó el agua, la vegetación creció. “Cuando volvamos a tener en el Paraná una situación de crecida, el río se va a encontrar con arroyos reducidos en su sección de paso. Se va a encontrar con una vegetación que va a impedir el paso del agua. Podríamos llegar a tener, para los mismos caudales que hemos tenido unos años atrás, niveles que van a ser superiores”.