Por falta de acuerdo político, la Comisión de Agricultura y
Ganadería de la Cámara de Diputados no logró avanzar hoy en un dictamen que
prolongue la rebaja de las retenciones al campo más allá del 30 de junio
próximo, cuando vencerá la reducción temporaria de las alícuotas dispuesta en
enero pasado por el presidente Javier Milei.
Ante la advertencia del jefe de Estado de que a partir del
1° de julio los derechos de exportación sobre los principales cultivos
recobrarán los valores previos a enero, distintos sectores de la oposición
buscaron aunar criterios en un proyecto común para evitar que eso suceda. Como
era de prever, los libertarios, en nombre del equilibrio fiscal, anticiparon su
rechazo, mientras que el kirchnerismo reclamó que el proyecto que se dictamine
incluya otras problemáticas que afectan al sector, además de las retenciones.
Sin poder disimular su frustración, el radical Atilio
Benedetti, presidente de la comisión, propuso continuar las negociaciones con
la perspectiva de arribar a un punto de consenso la semana próxima. “El
problema de las retenciones es un tema recurrente. Tenemos que encontrar una
solución y salir del pantano en el cual estamos hace años”, exhortó Benedetti.
“Los gobernadores de la región centro se reunieron ayer y la
advertencia fue unánime sobre el peso que significan las retenciones
agropecuarias en los costos del sector”, enfatizó el legislador en respuesta a
los reparos del oficialismo. También aludió a las objeciones del kirchnerismo.
“No podemos resolver todos los problemas del sector, como el de los
arrendamientos rurales, en un dictamen sobre retenciones. Busquemos un
denominador común”, arengó.
Portavoz del gobernador de Córdoba Martín Llaryora, el
diputado Carlos Gutiérrez también lamentó la falta de acuerdo y apuntó contra
el oficialismo.
“El Gobierno tiene que definir si quiere bajar o subir las
retenciones al agro. Hoy en la Cámara de Diputados íbamos a dictaminar para que
no vuelvan a subir este año, y los diputados oficialistas y aliados votaron en
contra”, reprochó al finalizar la reunión.
Desacuerdos
El legislador radical había puesto sobre la mesa un borrador
de dictamen que proponía, en líneas generales, que a partir del 1° de enero del
año próximo se reduzcan de manera gradual los aranceles -tomando como punto de
partida los valores actuales- hasta llegar al 0% en cinco años. Sin embargo, la
iniciativa no llegó a convencer a los distintos bloques: algunos consideraron
que el plazo hasta la eliminación de las retenciones era demasiado extenso;
otros advirtieron que la iniciativa no contempla la solución a problemáticas de
larga data del pequeño y mediano productor, mientras que otras voces indicaron
que al proyecto le falta un estudio sobre el impacto fiscal de la medida.
Desde el oficialismo, el diputado Nicolás Mayoraz fue
enfático. “Este proyecto, que se elaboró a las apuradas, tiene un corte
netamente político y electoral”, reprochó. “Aquí se trata de sacar una ventaja
política con gobiernos provinciales que se quieren poner la camiseta del campo
pero son los primeros en subir los impuestos provinciales”, asestó.
“Llama la atención que este tema de las retenciones, que
viene de hace años, se agite justo ahora, cuando tenemos un gobierno nacional
que por primera vez enfrenta los problemas estructurales de la Argentina
-continuó-. El Presidente fue claro cuando dijo que la reducción era
transitoria; acá no hay ninguna amenaza de que se van a subir. El Gobierno
reconoce y valora al campo pero no hace demagogia y decimos las cosas de
frente, no hacemos especulación política”.
“Ustedes hablan de especulación política, justo ustedes, que
quieren sacar la ley de ficha limpia para proscribir a Cristina Kirchner”,
replicó Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria.
“Nosotros vamos a dar todos los debates pero queremos ser
parte, no invitados”, agregó, tras lo cual enumeró los temas que, a su juicio,
debería incluir la iniciativa: un criterio de segmentación para los pequeños
productores para que la reducción de las retenciones sea mayor en los pequeños
productores; un diferencial entre los productores más lejos del puerto de los
que están más cerca y una solución al problema de los arrendamientos rurales.
El diputado Luis Picat, hombre del radicalismo alineado con
el Gobierno, le respondió a Martínez aunque también le aconsejó a sus aliados
libertarios a que no se recluyan en una posición intransigente pues, advirtió,
pondrían en riesgo el voto del campo.
“La intervención del Estado con estos modelos de
segmentación de las retenciones ha provocado la desaparición de muchos
productores por falta de inversiones e incentivos a generar valor agregado. La
segmentación generó que grandes chantas se hayan llevado miles de millones de
pesos en compensaciones”, enfatizó.
Luego, dirigiéndose a sus aliados libertarios, advirtió que
el campo necesita previsibilidad y que si esta reducción de las retenciones no
se mantiene en el tiempo, “va en contra de las posibilidades políticas que
puede tener el Gobierno de contar con el apoyo del campo”.
En representación del gobernador Rogelio Frigerio (Entre
Ríos), Francisco Morcchio lamentó la falta de acuerdo para avanzar en un
dictamen. Lo mismo que el diputado Juan López, de la Coalición Cívica.
“Todas las entidades agropecuarias, incluso la Sociedad
Rural -que a veces actúa como vocera del gobierno- advirtieron que el cobro de
retenciones es inconstitucional. Con este nivel de precios de las commodities
hay regiones de la Argentina donde los cultivos dejan de ser rentables. Es
imperioso avanzar en un dictamen y es frustrante que el oficialismo no
acompañe", insistió.