E
l ex titular del Episcopado y ex arzobispo de Rosario instó a renovar el diálogo' en la Argentina y alentó una mejoría de las políticas sociales, de previsión social y salud.El prelado, quien hasta la asunción del nuevo arzobispo designado por el Papa Benedicto XVI, José Luis Mollaghan, será administrador apostólico de la Arquidiócesis, consideró 'legítimo' que el Gobierno busque hacer prevalecer sus convicciones, pero reprobó la actitud que toma con los disidentes.
'Esto no es motivo para rencillas, ni para peleas, ni para descalificaciones de uno a otro. Tendría que ser la manera de exponer cada uno lo propio en una auténtica actitud de diálogo para contemporizar en un mundo plural, con el pensar de todos, sin herir a nadie, señaló el sacerdote.