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En ese contexto, Moyano sostuvo que "el monto no imponible sigue siendo uno de los temas principales que el Gobierno debe resolver" y analizó: "Ya un sueldo de 1835 pesos lo cobra la inmensa mayoría de los trabajadores y está dentro del descuento mínimo".

Aunque desde el Gobierno afirman que el impuesto afecta al "20 o 30 por ciento de los asalariados en blanco", Moyano sostuvo que son "bastante más" de esa cifra los empleados que sufren la imposición.

Por otra parte, el dirigente volvió a insistir en que un aumento salarial "no empuja necesariamente el nivel general de precios" porque, según dijo, "estamos detrás de la inflación" y es necesario "alcanzarla".

Evaluó que "en los próximos meses se tendrá que resolver el retraso en los salarios que tienen los trabajadores del sector público", porque "no puede ser que se perjudiquen más que nadie", opinó. A pesar de los incesantes reclamos, Miceli ratificó en los últimos días que no habrá aumentos a estatales por decreto sino que sólo se tendrán en cuenta las negociaciones paritarias. El dirigente camionero aseguró que para la central de trabajadores el problema de la inflación y el retraso de los haberes "es un motivo de preocupación como para todos" y advirtió que "si no se tiene alguna variante -como el aumento del mínimo no imponible- en los próximos meses va a haber reclamo generalizado de salarios". Si no es tenido en cuenta este pedido, Moyano remarcó que "el salario que se ha logrado mejorar va a ser comido por la inflación", que en el último mes ascendió a 1,1 por ciento. En tanto, se refirió a los acuerdos de precios para frenar la inflación y aunque aseguró que "en ningún momento fueron cortadas" las reuniones que mantenían con la UIA. "Se han dejado de hacer porque no vemos la suficiente voluntad como para asumir una responsabilidad", apuntó también sin medias tintas.