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Iglesias explicó a Télam que la cumbre fue "reducida" -aunque planean ampliarla en próximos encuentros- y señaló que "se debatió la situación nacional y del partido y quedó claro que la UCR es un partido de oposición, no una organización contemplativa".

Según Iglesias, este encuentro no estuvo relacionado con la reunión que la Convención Nacional de la UCR mantendrá el próximo 25 de abril para analizar el pedido de expulsión de cinco diputados nacionales que votaron el proyecto oficialista de reforma del Consejo de la Magistratura.

El mendocino añadió que durante el debate tampoco se trató la situación planteada por un grupo de intendentes radicales que hace 15 días se reunieron en Mar del Plata, donde comenzaron a esbozar una estrategia partidaria tendiente a ejercer cierta autonomía de las decisiones del Comité Nacional, sobre todo en materia de alianzas electorales.

Sin embargo, esta cumbre reducida reveló, según fuentes del propio radicalismo, la preocupación de los principales dirigentes frente a las diferencias que surgieron con intendentes y gobernadores de la UCR que se acercaron al kirchnerismo y la necesidad de ratificar el rol de oposición, además de comenzar a definir si los diputados nacionales que votaron por la reforma del Consejo serán expulsados o no por la Convención Nacional.

En ese sentido, la mayoría de los gobernadores de la UCR se pronunciaron en contra de la expulsión, pese a la dura posición de Iglesias y Stolbizer.

Del encuentro de Pilar también participaron el intendente de Saladillo y presidente del Comité Provincia, Carlos Gorosito; el titular de la Convención Nacional, Adolfo Stubrin; los presidentes de los bloques de diputados y senadores, Fernando Chironi y Ernesto Sanz; el presidente de la UCR porteña, Jesús Rodríguez; el diputado Angel Rozas y el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, entre otros.

La "cumbre" despertó las críticas de la Juventud Radical y Franja Morada, que en un comunicado conjunto señalaron su rechazo a "pactos de camarillas a puertas cerradas".

"Los acuerdos y pactos de camarillas políticas a puertas cerradas no podrán nunca fijar el rumbo a seguir. El camino a recorrer demanda, justamente, mayor apertura, participación y compromiso hacia todos los sectores y organizaciones partidarias", señalaron en el comunicado.

Añadieron que "la Unión Cívica Radical será reconstruida y recuperará la confianza de la sociedad sólo con el esfuerzo de los militantes".

Al respecto, convocaron a una Asamblea Nacional de Militantes el día 10 de junio para que "todos los radicales del país podamos definir el futuro del radicalismo que la sociedad argentina y la hora imperiosamente necesita".

El comunicado está firmado por Emiliano Afara, presidente del Comité Nacional de la Juventud Radical, y Mario Alarcón, secretario general de la Mesa Nacional de Franja Morada.