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a decisión tomada por la titular de esa cartera, Nilda Garré,por orden del presidente Néstor Kirchner, implica que el Gobierno pasa a controlar todas las tareas de inteligencia militar que hasta ahora reportaban a cada fuerza, y se definió luego del descubrimiento de varios casos de espionaje a civiles realizados por el Servicio de Inteligencia de la Marina.Según una resolución oficial a la que tuvo acceso un matutino porteño, la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DNIEM) 'evaluará y verificará el desarrollo del ciclo de inteligencia' de los organismos de las tres fuerzas, en sus niveles operacional y táctico.
A su vez, la medida tomada por la ministra dispone que la DNIEM podrá ejercer, 'en caso de ser necesario', el 'redireccionamiento de la orientación y del planeamiento del ciclo de producción de inteligencia' de las fuerzas.