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`Si vemos lo que ha pasado en el país desde la crisis de 2001-2002, hay muchos signos de recuperación, tanto en lo laboral como en la superación de algunos índices de pobreza. Pero no podemos quedarnos tranquilos; todavía son grandes los porcentajes de exclusión. Nos preocupa la inequidad y hay que tratar de solucionarla entre todos´´, afirmó.El obispo de San Isidro formuló esas declaraciones después de finalizar una reunión con la cúpula de la Confederación de los Trabajadores Argentinos (CTA). El encuentro se dio en el marco de la iniciativa de la Iglesia de ir a las sedes de las centrales obreras, de las empresas y de los partidos políticos, para retomar el diálogo entre los distintos sectores de la sociedad argentina.