E
l presidente Néstor Kirchner acusó ayer a la "vieja dirigencia política que obstaculiza la administración" y dijo que "no me quieren dejar gobernar, algunos legisladores me quieren extorsionar".Kirchner, que encabezó un acto en Ituzaingó donde se inauguró un túnel bajo nivel en la calle Ratti, aprovechó para embestir contra la oposición y defender su gestión y la actuación en el Senado de su esposa, Cristina.
De la situación del país el Presidente dijo que "se va revirtiendo una situación dolorosa y lamentable que nos tocaba vivir" y agregó que "veo en los medios ese discurso latoso de la vieja dirigencia política, los escucho hablar y son los mismos que fundieron al país, son los mismos que hoy tratan de obstaculizar la administración como si la gente no se acordara de esas caras".
Los dardos de Kirchner fueron dirigidos en especial a la UCR —aunque sin dar nombres—, pero también recordó a "algún dirigente nacional, la vergüenza de aquí", en alusión a la fallida construcción de cloacas por una empresa vinculada al grupo Macri.
El que también cargó y muy duro contra los opositores fue el gobernador Felipe Solá, quien adelantó que pasaba a manos del Estado provincial la empresa Aguas del Gran Buenos Aires. Dijo Solá: "Hablo de los que no gobernaron nunca (por Elisa Carrió) o aquellos que lo hicieron muy mal y ahora hablan del fin de la República", por el ex presidente Raúl Alfonsín.
Solá respaldó la reasignación de partidas presupuestarias, los llamados "superpoderes", y la reglamentación de los decretos de necesidad y urgencia (DNU).
Y, unos minutos después, el propio Kirchner apoyó el proyecto que reglamenta los DNU al recordar que "durante años se dictaron decretos de necesidad y urgencia, se usaron para perjudicar permanentemente a todo el mundo. Cuando este presidente usa los decretos para aumentar a los jubilados, para terminar con el proceso donde todos fueron esquilmados, dicen que es autoritario". Además, Kirchner especificó que los DNU "están en la Constitución y por primera vez los vamos a reglamentar. No me quieren dejar gobernar, no quieren que gobierne".
Sobre la nueva reglamentación —muy cuestionada por los bloques opositores en el Congreso— el Presidente remarcó que "la pelea que está dando" su esposa en el Senado. "Cristina tiene las manos limpias y ahí está, diciéndoles la verdad", subrayó Kirchner.
Según el Presidente, "nosotros podemos hablar de cara al pueblo Ellos la usaron (la facultad de dictar Decretos de Necesidad y Urgencia) para meterle la mano en los bolsillos a la gente", insistió.
Por fin, Kirchner pasó revista a la "baja de la indigencia y la pobreza y la renegociación de la deuda con un ahorro de US$ 67 mil millones".