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De esta forma, la comunidad judía exhortó a que el atentado sea declarado "crimen de lesa humanidad", una condición necesaria para evitar que la causa preescriba.

La ceremonia estuvo marcada también por el reclamo de la comunidad judía para que el atentado sea esclarecido y por cuestionamientos a los funcionarios judiciales que estuvieron a cargo de la investigación en sus diferentes etapas.

"A los jueces y fiscales les decimos que el tiempo se acaba, que la paciencia de la sociedad también; queremos que se haga justicia, que no se vuelva a defraudarnos; queremos una investigación seria y profunda, y no una caza de brujas", sintetizó Grynwald.

También hubo espacio en el acto para que los principales referentes judíos del país profundizaran su pedido al gobierno nacional de mayor colaboración en la búsqueda de los culpables y cómplices del ataque terrorista.

"Señor presidente: ya no alcanza con que usted se comprometa y que después muchos de esos compromisos se pierdan en la burocracia estatal", dijo el representante de Familiares de Víctimas del atentado contra la AMIA, Luis Czyczewsky.

Los ataques militares entre Israel y el Líbano de los últimos días tuvieron también un lugar en la ceremonia, dado que la comunidad judía insistió con su condena a Irán y a la organización chiíta Hezbollah, a los que considera ideólogos de la explosión de la AMIA.

"Existen sobradas pruebas que señalan a Irán como ideólogo del atentado; qué esperamos para romper relaciones diplomáticas con Irán", remarcó Grynwald, en otro tramo de su discurso.

Poco antes, a las 9.53 -la misma hora en que voló la sede de la mutual judía en 1994-, se escuchó la sirena que recuerda la explosión frente al edificio de la AMIA, reconstruido tras el ataque en Pasteur 633.

Así comenzó el homenaje a las 85 víctimas del atentado, al que asistieron miembros del Congreso Judío Mundial que desde el domingo sesiona en Buenos Aires, y autoridades nacionales.

En representación del gobierno de Néstor Kirchner estuvieron el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el ministro del Interior, Aníbal Fernández; y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.

También participaron de la ceremonia el ministro de Eduación, Daniel Filmus; el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; el secretario de Culto, Guillermo Olivieri; y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman.