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El acto se realizó con la previsible ausencia del presidente Néstor Kirchner, quien a diferencia de sus antecesores, desde que llegó a la Casa Rosada en 2003, no asistió a ninguna de las presentaciones oficiales de la muestra del campo.

Pero además, por primera vez la inauguración de la exposición, cuyo eje central es la ganadería, no contó con ninguna autoridad del gobierno nacional, en una muestra más de la relación existente entre el Poder Ejecutivo y este segmento del sector agropecuario.

Los dirigente ruralistas tomaron la actitud del Gobierno como una ofensa, ya que "si el Presidente no quiere asistir, es lógico que envíe a alguien en su representación", comentaron.

Hasta ayer, se especulaba con que podría asistir el subsecretario de Agricultura, Javier de Urquiza, habitual interlocutor del Gobierno con los sectores rurales.

El secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Miguel Campos, está enfrentado con un sector de la dirigencia rural, que lo ignora y estaria encantada si fuera desplazado del cargo.

"Este año no ha sido uno más para el campo. En él se decidió unilateral y erróneamente suspender la exportación de nuestro producto más emblemático y de mayor calidad (la carne). Esta medida implicó un punto de profunda disidencia con el sector oficial e inauguró un acalorado debate aún vigente", reflexionó Miguens en la parte más crítica de su moderado discurso.

La tirantez entre el Gobierno y varias entidades del sector se generó por la persistencia de impuestos a las exportaciones o retenciones, y se agudizó cuando el Gobierno suspendió parcialmente las ventas de carne al exterior para asegurar el abastecimiento interno sin aumento de precios.

La situación alcanzó un momento crítico el fin de semana anterior cuando las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) organizaron, entre el sábado 22 y el martes 25, la primera medida de fuerza agraria contra el gobierno de Kirchner.

El "paro agropecuario", en rigor un lockout empresario que consistió en abstenerse de enviar ganado a los mercados y de otras actividades productivas, fue considerado por los organizadores como un éxito.

En medio de la protesta, el lunes pasado, el Gobierno lanzó el esperado Plan Ganadero, el cual fue bien recibido por la gente del campo, pero, de todos modos, considerado insuficiente, por lo cual no se descarta una nueva medida de fuerza.

Miguens, en busca de acercar posiciones con el Gobierno, señaló: "Procuramos, en el marco del respeto irrestricto a las instituciones, mantener un canal de diálogo".

"Aún en los momentos más difíciles. Aún cuando la urgencia resta espacio a la serenidad; cuando el enojo por la indiferencia, la incomprensión, la pérdida innecesaria y hasta la agresión gratuita desborda la paciencia de los productores, como dirigentes preferimos la madurez del consenso a la esterilidad del enfrentamiento", sentenció Miguens.

El párrafo fue subrayado por un cerrado aplauso de parte de la gran cantidad de asistentes a la inauguración de la muestra, en otro gesto de significado político.

El titular de la SRA, quien destacó al sector agropecuario como "genuina fuente generadora de riqueza y bienestar", insistió en que "sentarse a hablar no es traicionar mandatos ni resignar principios; es imaginar fórmulas y buscar alternativas".

"Los funcionarios tampoco debieran temer al disenso. La autoridad no se impone por decreto. Por el contrario, se fortalece con el intercambio de criterios y opiniones, aunque sean divergentes", consideró Miguens.

El dirigente recordó además al poder político que "desde el campo propiciamos una discusión abierta, franca y leal sobre los problemas del sector, donde en lugar de desplantes y amenazas para impresionarnos encontremos ideas y propuestas para convencernos. Ideas y propuestas que beneficien al país", dijo.

"A los argentinos nos sobran enfrentamientos. Es hora de poner las mayores energías en la construcción de acuerdos y consensos. De poner la audacia y el coraje al servicio del entendimiento", propuso el ruralista.

Más tarde, Miguens elogió el crecimiento actual de la economía argentina y aseguró que "no hay duda que los indicadores señalan un fortalecimiento".

"El superávit fiscal primario, e incluso financiero, las ganancias en la balanza comercial, la reducción de la deuda pública y privada, y los índices de desempleo y pobreza, muestran un mejoramiento de nuestras condiciones. Por ello, brindarle mayor competitividad a los sectores productivos es primordial", postuló.

"Las mencionadas son señales alentadores que nos permitan mirar el futuro con optimismo, pero si se alterara el clima favorable del mercado internacional o se desbordara el gasto público, estos indicadores podrían invertir su tendencia.

Desde el campo pretendemos acompañar ese proceso", añadió. Miguens recordó que "sólo la actividad agrícola aporta por retenciones al Tesoro Nacional más de 7.000 millones de pesos al año, suma que duplica lo gastado en planes de asistencia social".

"Sustenta a las economías provinciales y tiene efecto de arrastre sobre otros sectores productivos como maquinarias, de lo que hoy nos enorgullece con la conquista de mercados externos, agroquímicos, transporte, construcción, servicios y hasta la industria automotriz", enumeró.

Dijo que "hace un año, pese a nuestros reparos, se elevaron las retenciones a la exportación de lácteos. El tiempo nos dio la razón.

Se buscaba abaratar los precios al consumidor restringiendo el volumen exportado. Ni bajaron las exportaciones ni bajó el precio al público. Sólo bajó el precio al productor; pese a ello, el mercado sigue plenamente abastecido y enfrentaremos un grave riesgo de sobreoferta la próxima primavera", manifestó.

Miguens advirtió que "frente a esa situación, prorrogar sesenta días el gravamen parece una preocupante actitud de represalia por la movilización de los productores que puede llevar al sector a una situación de crisis sin beneficio para nadie, perdiéndose nuevamente oportunidades y mercados que costará mucho recuperar. Una vez más perderá el país".

"El más perjudicado fue el productor, el más beneficiado no fue el consumidor. Sí bajó la carne, hasta más del 30 por ciento al productor y sólo 5 por ciento en las carnicerías. Abandonar las exportaciones de carne hizo trizas nuestra credibilidad como proveedores del mundo y sirvió en bandeja a nuestros competidores los mercados conquistados con tanto esfuerzo en los últimos años", acusó.

Tras el discurso, Miguens, ante la falta de autoridades nacionales, situación que quedó expresada simbólicamente con una silla vacía al lado del titular de la SRA, llamó a los titulares de las CRA, Mario LLambías, y la Coninagro, Fernando Gioino, a acompañarlo en el acto simbólico de -según la fórmula de rigor- "dejar inaugurada la 120a. Exposición de la Sociedad Rural Argentina".

En el palco también estaban los ministros de Agricultura de Brasil, Luis Carlos Guedes; de Chile, µlvaro Rojas Marín, y de Angola, Gilberto Buta Lutucuta. La tradicional muestra del campo, que ayer cumplió el undécimo día, cuenta con más de 420 expositores, más de 4 mil animales en exhibición y una multitudinaria concurrencia que, se estima, el martes venidero, día de clausura del evento, habrá sumado casi un millón de visitantes, muchos más que los 300 mil de la edición anterior.