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ras una dura puja entre oficialismo y oposición en el Congreso, fue aprobada la cuestionada reforma a la ley de administración financiera, que otorga al jefe de Gabinete facultades permanentes para modificar el presupuesto sin control del Congreso.Al modificar el artículo 37 de la ley de administración financiera, se faculta al jefe de Gabinete "a disponer las reestructuraciones presupuestarias que considere necesarias dentro del total aprobado por cada ley de presupuesto".
Diputados de la UCR, Pro, ARI y el justicialismo se opusieron con severos términos y advirtieron que el cambio significaba "la muerte de la República".
Antes de la sesión, el presidente Néstor Kirchner había exigido una rápida sanción. "Algunos me tratan de trabar. Estoy necesitando los instrumentos para poder gobernar", dijo al mediodía en un acto en Rosario.
El proyecto establece sólo una limitación a la redistribución de partidas: las destinadas a aumentar los gastos reservados para seguridad e inteligencia. A partir de ahora, en el resto de los temas, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, podrá realizar cambios al presupuesto.
La modificación fue promovida hace tres semanas durante el debate en la Cámara alta por parte de la senadora Cristina Fernández de Kirchner (FV-Buenos Aires), blanco de las críticas de buena parte de los diputados opositores, que recordaron que en 2001 se opuso en la Cámara de Diputados a la sesión de plenos poderes al entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo.
El proyecto también exime al jefe de Gabinete de los límites en el gasto que impone el artículo 15 de la ley de responsabilidad fiscal. Al Congreso sólo le quedaría fijar los números globales del presupuesto y aprobar el monto de endeudamiento previsto para cada ejercicio.
Qué dice el proyecto
Con la aprobación de la iniciativa oficial, que modifica el artículo 37 de la ley de administración financiera, Alberto Fernández y todos los jefes de Gabinete que lo sucedan adquirirán amplias atribuciones para modificar el presupuesto.
Podrán cambiar gastos corrientes, de capital, aplicaciones financieras, así como la distribución de las finalidades, que son la administración gubernamental, los servicios de defensa y seguridad, los sociales, los económicos y la deuda pública.
El jefe de Gabinete quedará además exceptuado de una restricción establecida por la ley actual: podrá aprobar modificaciones presupuestarias que impliquen incrementos en los gastos corrientes, en detrimento de los de capital o de las aplicaciones financieras.
Al Congreso sólo quedarán reservadas las decisiones que afecten el monto total del presupuesto y el de endeudamiento.