S
e trata de un plan para que las mujeres y varones, mayores de 60 y 65 años, puedan simular haber trabajado como cuentapropistas y así adherir a una moratoria por los aportes que deberían haber hecho. Salvo el primer pago, el resto de las cuotas se descuentan del haber previsional.En una entrevista concedida a Cadena 3, Giordano opinó este lunes que ese instrumento es ``muy imperfecto y oneroso´´ y ``lo más probables es que sean los sectores económicos más altos los que accedan a ese beneficio´´, en lugar de los más vulnerables.
En este sentido, el especialista explicó que, según un estudio del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, hay 1.900.000 personas que estarían en condiciones de obtener ese beneficio, de las cuales 470.000 son efectivamente las de menores recursos.
``Como el trámite es costoso (hay que pagar la primera cuota) y, en la mayoría de los casos, se necesita un gestor, la ayuda difícilmente llegue a los sectores más vulnerables´´, indicó.
Además, señaló que, por la cantidad de potenciales beneficiarios, se generaría un gasto considerable que, en la práctica, ``agravaría los problemas que hoy tiene el sistema previsional´´. En efecto, se afectaría la movilidad de las jubilaciones.
Giordano propuso realizar un programa ``más focalizado´´ en ese casi medio millón de mayores en situación de pobreza. Así, la asistencia se aplicaría con un costo ``mucho más bajo y que llegue efectivamente a las personas que lo necesitan´´.
``Se evitaría generar grandes injusticias: por un lado, no poder cumplir con la movilidad de los haberes y, por otro lado, no beneficiar a gente que deliberadamente eligió no aportar. Si no, muchos pensarán que en Argentina es mejor no aportar, total al final de la vida igualmente se les paga a todos´´, afirmó.