Martes 22 de agosto de 2006
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Política
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Los radicales K decidieron ir a la convención para dar pelea
Lo anunciaron en Bariloche; el alfonsinismo confía en que impondrá su postura

L

os radicales más cercanos al Gobierno decidieron dar el debate interno y anunciaron ayer, en Bariloche, que concurrirán a la convención nacional del partido, que se celebrará el viernes y sábado próximos en Rosario para defender su decisión de acompañar la concertación kirchnerista. Así, el encuentro cobrará una trascendencia casi inédita en los últimos años para la UCR y podría convertirse en el escenario de una fractura que, cada vez, parece más cercana.

Sobre todo porque el sector que conduce el partido, encabezado por el alfonsinismo y el mendocino Roberto Iglesias, dice tener los votos necesarios para imponer, al término de la convención, su postura de colocar a la UCR en un claro perfil opositor al gobierno de Néstor Kirchner.

En este escenario, la presencia en Rosario de los representantes de la "UCR K" -o "radicales G", por gobierno o gestión, como piden que los llamen-, sólo tendrá un carácter testimonial, tendiente a evitar que los acusen de haber rehuído el debate interno.

Es que, según un relevamiento realizado por LA NACION, el sector proclive a sumarse a una coalición electoral con el kirchnerismo en los comicios de 2007 está en franca minoría. De acuerdo con fuentes partidarias de confianza, la proporción de fuerzas en Rosario será de 80 a 20 en favor del oficialismo partidario, sobre un total de 345 convencionales.

Por lo pronto, ambas facciones ya empezaron a preparar su estrategia de cara al encuentro de Rosario. Hoy, a las 16.30, el titular de la convención, Adolfo Stubrin, encabezará junto al presidente del partido, Iglesias, una conferencia de prensa en la sede del comité nacional para brindar detalles sobre la trascendental reunión.

Cargada de rituales, la convención arrancará el viernes con el informe de situación parlamentaria del jefe del bloque de senadores radicales, Ernesto Sanz (Mendoza). Su par de diputados, el rionegrino Fernando Chironi, no asistirá al encuentro porque viajó al exterior.

La exposición de Sanz será, de alguna manera, el inicio de las acciones, ya que el senador mendocino anticipó a LA NACION que hará "una defensa del rol opositor del partido".

Y para que no queden dudas de cuál será su alineamiento en Rosario, precisó que la convención "va a marcar la palabra definitiva". "Después de la convención nadie podrá decir que el partido no se ha expedido y los que no lo acepten, allá ellos."

Tanto para Sanz como para Iglesias y el alfonsinismo, no hay dudas que este fin de semana la UCR se pondrá en la vereda de enfrente al gobierno nacional. "No veo hoy ninguna posibilidad de constituir un frente o una concertación con el gobierno", sentenció el senador.

Anuncio en la nieve

La posición contraria es la que esgrimen los radicales K, quienes ayer dieron una nueva señal de acercamiento hacia el Gobierno y de enfrentamiento con el resto del partido en Bariloche.

Allí, el gobernador de Río Negro y uno de los últimos en subirse a la ola kirhnerista, Miguel Saiz, anunció la decisión del sector de concurrir el fin de semana para dar el debate. Esto a pesar de que la mayoría de los referentes de ese sector no son convencionales, como el mandatario de Mendoza, Julio Cobos.

"No le tenemos miedo al debate, afirmó Saiz en la conferencia de prensa posterior al encuentro. Estaba rodeado por los intendentes Gustavo Posse (San Isidro), Daniel Katz (Mar del Plata), Horacio Quiroga (Neuquén) y el mendocino Alfredo Cornejo, representante de Cobos en el cónclave.

El mandatario rionegrino aclaró, además, que a la convención de Rosario los radicales K llevarán el documento sellado por la corriente en el Centro Asturiano de Vicente López el 12 del actual.

"Se hizo un análisis más profundo y llegamos a la conclusión de que el documento tenía que llegar a la convención", explicó Saiz.

Y, tal vez para justificar un poco más la decisión de ir a Rosario, el gobernador aseguró que "se ha eliminado un obstáculo" para que los radicales K vayan al encuentro, en referencia a que no habrá un pronunciamiento a favor de una eventual candidatura del ex ministro Roberto Lavagna.

Por último, Saiz lanzó otro gesto tendiente a evitar una ruptura prematura de relaciones, al decir que un futuro acuerdo electoral "dependerá de cómo transitemos el camino" a 2007.

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