E
l vencimiento en el plazo establecido para los representantes de la Corporación Financiera Internacional (CFI) genera grandes expectativas en ambas orillas del río Uruguay, porque si el panel de expertos mantiene un criterio científico y de desarrollo territorial sustentable, debería cuestionar la solicitud de apoyo financiero solicitados por Botnia para su proyecto Orion, y por ENCE, para M´Bopicuá. El reciente anuncio de la firma española de retirarse de Fray Bentos, antes de que el CFI fije postura, podría anticipar la nota negativa que estaría por otorgar el organismo multilateral de crédito o al menos su indefinición, tal como viene sucediendo desde hace poco más de un año y medio. Junto al CFI —que en teoría debería promover el desarrollo sustentable en el sector privado para las economías emergentes—, actúa la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) —que pertenece al Grupo del Banco Mundial—, y evalúa la posibilidad de ofrecer un seguro contra riesgo político para la planta Orión, de Botnia. Tanto el CFI como el MIGA deberán basar su decisión para solicitar la aprobación del financiamiento y de la garantía en las conclusiones del Estudio de Impacto Acumulado final, que debió ser entregado el 30 de septiembre; y se había asegurado oficialmente —comunicado de prensa firmado por Adriana Gómez del CFI el 21 de julio— que los estudios de impacto acumulado serían divulgados al público tan pronto como sea posible, pero antes de que los proyectos sean considerados por las Juntas de Directores de ambos organismos. Más allá de toda especulación, es un hecho claro que el experto contratado por la CFI, el científico canadiense Wayne Dwernychuk, ha concluido que la información en la que se basa el Estudio de Impacto Acumulativo (ElAc) es insuficiente, y como resultado de esto, el ElAc es inadecuado”. El informe del experto canadiense, es bueno recordarlo, indicó lo siguiente: 1) Si bien los proponentes de las plantas de Botnia y ENCE, basaron los aspectos de protección ambiental de los diseños de sus plantas en las “Mejores Técnicas Disponibles” (BAT), “no obstante, en sus documentos falta información de soporte para demostrar que las plantas efectivamente utilizarán las BAT en todos los aspectos de su diseño y operación”. 2) “Por otro lado, desde la publicación del documento de la Unión Europea de la Recomendación 96/61 del IPPC de 2001, se han producido algunas mejoras en las técnicas de protección ambiental, las que no fueron consideradas en el Borrador de la CFI y los EIA de Botnia y ENCE”. 3) “De la mayoría de los comentarios recibidos sobre el Borrador de la CFI, han sido negativos, y las afirmaciones de que la CFI, Botnia y ENCE, no han suministrado información sobre la propuesta de diseño, procedimientos de operación y monitoreo ambiental de las plantas son en general válidas”. 4) Algunos comentarios que sugieren mejoras en ciertos aspectos del diseño, procedimientos operativos y monitoreo de las descargas ambientales de las plantas, son válidos y ameritan implementación. 5) El Proceso (TCF) Totalmente Libre de Cloro, cuenta con ciertas ventajas ambientales, algunas de las cuales puede obtenerse si se modifica el diseño de la planta a una Versión “ECF–Ligth”, en que la cantidad de Dióxido de Cloro utilizada es relativamente baja, o si el efluente alcalino de la planta blanqueadora es reciclado en el sistema de recuperación química de la planta. (El Diario)