U
n niño de 8 años oriundo de Seguí está internado en el hospital San Roque de Paraná luego del feroz ataque de un perro que lo mordió en la cara provocándole serias lesiones en el tabique nasal, el pómulo izquierdo, el ojo izquierdo y la mandíbula. El nene fue sometido a una cirugía y se está recuperando, aunque deberá seguir internado por unos días. “Apenas se despertó se preocupó porque tiene que faltar una semana a la escuela”, dijo María Isabel Villar, madre de Maximiliano, el mayor de cuatro hermanos, que el sábado a la mañana fue mordido por un perro cuando estaba jugando en la casa de un amigo dos años menor que él. El episodio se produjo en una casa ubicada en calle Independencia y 9 de Julio de la localidad de Seguí, a una cuadra de la vivienda de la familia Villar. Allí, Maximiliano estaba jugando en la casa de un amigo cuando fue atacado de atrás por el perro de la familia, que lo tiró al suelo y lo mordió. La justa aparición de la dueña de casa evitó que las lesiones fueran aún mayor. El chico fue trasladado en una camioneta al hospital Lister de Seguí, donde se le realizaron los primeros auxilios. A raíz de las graves y profundas heridas en el rostro fue derivado al hospital de niños, donde fue operado y luego de unas horas abandonó terapia para quedar internado en una sala común. Ahora deberá estar en obsevación durante una semana hasta que se recupere de las lesiones. “Mañana (por hoy) viene el oftalmólogo para ver el ojito afectado y luego los otros especialistas, que lo van a revisar para controlar que no tenga otras lesiones”, contó María Villar. En ese sentido señaló que “el tabique nasal está destruido por completo. El hueso fue molido, pero afortunadamente no le arrancó la nariz porque se frenó justo. Tiene los dientes marcados desde la frente hasta la mandíbula. Los cachetes mordidos, pómulo y todo alrededor del ojo, pero por suerte no tocó el goblo ocular”. Más adelante Villar manifestó que ayer a la mañana su hijo le contó cómo ocurrió el ataque. “Lo estaba acariciando y le gruñó. Entonces cuando se alejó vino el perro de atrás lo tumbó y mordió en el suelo”, reseñó la joven madre, que aseguró que “es un perro malo porque vivía en el campo”. La madre del pequeño reclama que el dueño se haga cargo de las operaciones de Maxi, que necesitará cirugía estética para reconstruir las zonas afectadas. La mujer no reclamó el sacrificio del perro aunque a su entender “hay que tomar medidas con los perros mordedores”. Enseguida comentó que Maxi no es la primera víctima de los dientes del animal que “siempre muerde”. La madre comentó que su marido denunció el caso porque “con el terror que tuve no sabía qué hacer. Sólo quiero que la cara de mi hijo quede bien”, finalizó. Por orden del juez Jorge Barbagelata el animal fue capturado y quedó al cuidado de la Policía.