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e manera sorpresiva, la ministra de Economía, Felisa Miceli, ofreció una conferencia de prensa en Casa de Gobierno "para explicarles cuáles son las verdaderas causas del paro" convocado por la Federación Agraria, Confederaciones Rurales y la Sociedad Rural Argentina.
"El motivo es que esta dirigencia nos plantea la necesidad de llevar los precios internacionales del trigo, del maíz, del girasol, de la carne a la mesa y los bolsillos de los argentinos", aseguró la funcionaria.
El poder Ejecutivo continuó así con sus duras críticas al sector agropecuario, al denunciar los grandes beneficios que lograron en los últimos años y vinculó a este sector con los políticos que llevaron a la Argentina "a la ruina".
Miceli señaló en un duro discurso que "estos productores ganaderos aplaudieron a los polìticos que llevaron a este país a la ruina".
"Quieren aumentar el precio del pan, de la harina y de la carne", subrayó Miceli, quien justificó la intervención del Estado en el mercado debido a que vastos sectores de la población "reciben un salario en pesos, no ganan en dólares, por lo tanto, todos ellos tienen que tener estos componentes básicos de la canasta alimentaria" en valores acorde a sus ingresos.
"Este paro tiene un fuerte componente político y económico", expresó la ministra, quien recordó que "en veinte años es el primero de esta magnitud".
Sobre las diversas crisis del sector en años anteriores, afirmó que "no movieron un dedo cuando se les caía la rentabilidad y se cerraban establecimientos".
Como ejemplo del alto rendimiento de la actividad, Miceli subrayó que el valor de la hectárea en el 2006, en promedio, llegó hasta los 10.000 dólares, a la vez que puntualizó que entre otras medidas el Gobierno mantuvo una tarifa diferencial para el gas-oil y sostuvo el tipo de cambio que le significó al sector una transferencia desde el Estado de unos 6.000 millones de dólares.
Además, aseguró que el gobierno "está abierto al diálogo", pero admitió que con la dirigencia del campo que convocó al paro "es difícil encontrar puntos de acercamiento". Asimismo, en la conferencia sostuvo que el Gobierno "ha tenido toda la paciencia" con los dirigentes del campo y sostuvo que "incluso los escuchamos cuando nos pidieron medidas contradictorias".
"Hemos planteado un plan ganadero que ya está vigente en 14 provincias", recalcó, y apuntó que hay en marcha un "plan de financiamiento" específico para la a actividades agrarias.
"Este Gobierno entiende que debe intervenir en el mercado para solucionar aquellos problemas que se derivan de aquellos temas tales como la suba de los precios internacionales", manifestó la ministra. "Entendemos que el ingreso en una sociedad debe distribuirse totalmente y no beneficiarse a un sector", acotó.
"Fíjense cuánto recaudamos por retenciones del sector: 6.450 millones de pesos, sobre una recaudación de 150 mil millones anuales", es decir un 4,3 por ciento de participación impositiva sobre el total, rubricó.
"Recién ahora se están registrando los bienes remunerativos que teníamos antes de la devaluación", afirmó.
"El Gobierno reconoce a todo el mundo, reconoce a la industria a las exportaciones y también al sector agropecuario", indicó, pero volvió a señalar que desde el Poder Ejecutivo "consideramos injusto, político e ideológico", el paro rural convocado hasta el 11 de diciembre.
También criticó a la dirigencia ruralista porque "es la misma dirigencia que parece no recordar que entre 1990 y 2002 se fundieron cien mil productores agroperacuarios", consideró.
