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omo aquellos matrimonios que desconfían entre sí tanto que se exigen un contrato prenupcial, Compromiso para el Cambio (CPC) y Recrear, los partidos de Mauricio Macri y Ricardo López Murphy, tuvieron que firmar ayer un pacto de convivencia para no destruir el frente Pro cuando falta menos de un año para las elecciones presidenciales. El acuerdo establece que en cada una de las provincias habrá mesas de enlaces con representantes de ambos partidos que serán los que determinarán la política de alianzas en ese distrito. Pero lo más significativo es que ninguno de los dos partidos podrá entablar negociaciones con otras fuerzas si no hay al menos un representante de cada una de las patas de Pro. Entre la seguidilla de chisporroteos que habían enturbiado la relación de los dos dirigentes de centro en las últimas semanas uno de los más fuertes había sido la designación, por parte de CPC, de dos negociadores para explorar una vía de acuerdo con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna. La negociación fracasó antes de nacer, pero en Recrear ese gesto generó no pocas críticas. El pacto de convivencia fue ratificado ayer por los ocho miembros de la mesa de enlace nacional: los macristas Horacio Rodríguez Larreta, Gabriela Michetti, Jorge Macri (primo del diputado nacional) y Néstor Grindetti, y los lopezmurphistas Esteban Bullrich, Pablo Tonelli, Edgardo Srodek y Carlos Araujo. Ni Macri ni López Murphy participaron en persona del acuerdo. Macri llegó ayer de Colombia (donde se entrevistó con el presidente Alvaro Uribe) y por la tarde fue a la cancha de Vélez a presenciar la derrota de Boca, pese a que en la Cámara baja sesionó ayer para debatir, entre otros temas, la emergencia económica y el financiamiento de los partidos. "Ahora nadie va a negociar sin la presencia de la otra fuerza", explicó Araujo. El legislador porteño reconoció que la disputa por Lavagna fue uno de los condicionantes. "Necesitábamos este acuerdo para ordenarnos un poco para poder trabajar para adelante." "Con este acuerdo se institucionaliza la relación, lo cual siempre es bueno", señaló Rodríguez Larreta, vicepresidente de CPC. Justamente, una denuncia periodística en su contra había sido otro de los factores que provocaron desconfianza en Pro. Cláusula tácita Aunque no figura en el papel (el texto tiene apenas una carilla), el acuerdo también incluyó una "cláusula tácita" por la cual se convino no exponer más las diferencias en los medios, relató a LA NACION uno de los participantes de la negociación. En algunos casos se buscó darles a los dirigentes más críticos un espacio en las futuras negociaciones. "No es casual que Meis [Marcelo, el legislador porteño de Recrear que más ha cuestionado las actitudes del macrismo hacia su partido] esté en la mesa de enlace de la Capital", dijo la fuente. Meis, sin embargo, no abandona del todo la desconfianza. "Han cambiado la actitud, pero hasta que no lo demuestren con hechos concretos no lo creo", dijo. Y por las dudas aclaró que él y varios dirigentes de su partido "con Lavagna no van a ningún lado". Pese a que las charlas con el ex ministro están congeladas, los principales dirigentes de CPC aún consideran que en algún momento esas conversaciones deberán producirse. "Para nosotros es más importante la ética de la responsabilidad, y para López Murphy pareciera que la ética de las convicciones", dijo un dirigente macrista, en referencia al dilema entre priorizar la necesidad de llegar al poder o la de seguir a rajatabla los principios del partido. Por lo pronto, los socios de Pro destacan el acuerdo para armar la lista conjunta en las elecciones a gobernador de Entre Ríos como ejemplo a seguir en el resto de las provincias. En Córdoba, lopezmurphistas y macristas ya tienen avanzada la negociación. Y en Corrientes ya decidieron formar una lista que se oponga a la reforma de la Constitución provincial, rechazando todo tipo de reelección, incluso la de un solo período, como propone el gobierno del radical Arturo Colombi. (La Nación)