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in embargo, después de dos días de haber promovido la unión interpartidaria, volvió a apuntar contra el Gobierno: le recriminó a Néstor Kirchner la falta de garantías para los testigos de las causas de derechos humanos. Además, los dirigentes de las principales fuerzas opositoras reclamaron -tanto al Presidente como al gobernador Felipe Solá- que se investigara a los grupos clandestinos que, según declaró ayer el propio Kirchner, están detrás de estos hechos. Horas antes, la desaparición de Gerez había unificado como pocas veces antes las posturas del kirchnerismo con las de los opositores. El factor de unión había sido el rechazo a la violencia como método para frenar los juicios a militares por violaciones de los derechos humanos. El diputado Carlos Raimundi (ARI-Buenos Aires) afirmó a LA NACION que el Gobierno ha puesto una gran voluntad política para ir al fondo con los juicios, pero no ha creado "mecanismos institucionales" para proteger a los ciudadanos. "No se puede seguir protegiendo a las mafias del conurbano, eso da sensación de impunidad a otras mafias. Lo único bueno es que apareció Gerez", declaró Raimundi. El presidente de la UCR, Gerardo Morales, dijo anoche que consideraba "prematuro" opinar sobre el caso Gerez, pero afirmó: "Yo ratifico lo que ya sostuvimos: es el Gobierno el que tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de los testigos para que no se caigan las causas de derechos humanos". Pese al reclamo, Morales afirmó que "la UCR va a estar siempre al lado del Presidente y de todas las fuerzas políticas para garantizar la democracia". Y afirmó: "La aparición de signos de violencia en sectores retrógrados y agazapados que intentan debilitar a la Justicia son un ataque contra toda la sociedad, no sólo contra un gobierno". Rito Basualdo, presidente de Recrear en el distrito bonaerense, fue otro de los dirigentes que exigió al Gobierno que garantizara "la libertad y la seguridad" de los testigos. "Más aún si el propio Presidente dice que existen grupos en la clandestinidad. Si existen, hay que descubrirlos y brindarle seguridad a la gente", dijo Basualdo. Y afirmó: "Ahora es importante que se esclarezca qué pasó, quién lo tuvo y dónde". El ex ministro de Economía Roberto Lavagna expresó "una fuerte condena a esto que parece ser un mecanismo de acallamiento de testigos" y exhortó "a no equivocar el foco de la cuestión ni a hacer de ella un uso político". Lavagna recordó que "las únicas víctimas en estos casos son los desaparecidos y el conjunto de la sociedad argentina".