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La decisión judicial alivia al gobierno, que venía presionado por el monopolio «Clarín» para que autorizara la fusión, aun cuando ciertos sectores de la administración pública estaban a favor de esta monopolización. La fusión tenía y tiene como fin principal -además de conseguir una posición dominante en el mercado, que los faculta para desde fijar tarifas hasta dejar fuera de aire a diferentes señales-lograr una masa crítica suficiente como para combatir la inminente llegada de las telefónicas a ese mercado. La pelea del monopolio «Clarín», entonces, parece abarcar ahora al menos tres frentes: el comercial (Telefónica ya anunció que brindará TV a celulares), el administrativo (el gobierno podría no autorizar la fusión Multicanal-CableVisión) y el judicial, con el fallo de este magistrado que podría funcionar como un disparador para otros similares en diversos puntos del país. (Ambito)