S
i bien el cuerpo de Lía Helvecia Taffarel, de 68 años, fue encontrado en avanzado estado de descomposición el 31 de diciembre, en el umbral de la puerta del casco del campo de la zona rural, con visibles lesiones en sus extremidades superiores, no se pudo avanzar más hasta estas últimas horas, luego de que el cuerpo fuera congelado para poder proceder luego a la autopsia, que se realizó en la Morgue Judicial de Oro Verde. Allí se comprobó que la muerte habría datado de unas 48 horas antes de que fuera hallado el cadáver y que el intenso calor provocó que se descompusiera orgánicamente con celeridad y que las lesiones en sus manos y otras partes no fueron provocadas por alimañas o roedores, como suele ocurrir, sino provocadas con cortes de cuchillo y golpes con un elemento contundente. La pericia efectuada en la autopsia por el médico forense Luis Moyano permitió establecer que la mujer había recibido al menos tres golpes en la cabeza y que su mano derecha había sido amputada a la altura de la muñeca, en tanto la izquierda a la altura de la palma. También se encontró cerca del cadáver una oreja, que fue seccionada por el asesino. La víctima era una docente jubilada que tenía, además de su propiedad en la ciudad, un campo en las afueras de Maciá, donde también tenía algunos peones que fueron en principio los que quedaron como sospechosos, tras las averiguaciones iniciales realizadas por una comisión de la División Homicidios de Paraná. Fue así que cerrando el círculo, quedaron dos potenciales sospechosos, uno de 16 años y otro de 40. Al momento de ser interrogados, el adolescente se quebró emocionalmente y según versiones, habría confesado que la mujer los explotaba, les pagaba miserablemente y los maltrataba lo que había provocado el odio en uno de los hombres, Pablo Niebozín, quien sólo percibía 5 pesos —según habría dicho— por estar trabajando el día entero. Al parecer, en la jornada en que se produjo el crimen, la mujer le habría gritado a Niebozín, quien estaba algo alcoholizado en ese momento, y habría arremetido a golpes con un hierro contra la anciana. Según habría contado el joven, después agarró una cuchilla y en ese momento se asustó y se fue corriendo de la escena del crimen. No obstante, el juez ordenó no sólo la detención de Niebozín, sino también del menor, quienes permanecen a su disposición. (El Diario)