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��En la causa no hay avances”, dijo ayer Adelia Gallego y aseguró que hay muchos cabos sueltos en la investigación, por lo que expresó su “total disconformidad con la Justicia”. Adelia Gallego, madre de Margarita Gallego, una de las seis integrantes de la familia Gill desaparecida desde hace cinco años, concurrió ayer al Juzgado de Instrucción de Nogoyá, acompañada por un grupo de vecinos para entregar un petitorio. El sábado 13 de enero se cumplieron cinco años de la misteriosa desaparición de la pareja y de sus cuatros hijos, y aún la investigación policial y judicial no ha dado ningún resultado. Por eso, en el documento dejado ayer en manos del personal del juzgado, familiares y amigos de los Gill expresan que después de cinco años de “angustia y espera” se ven obligados a declarar públicamente su “total disconformidad con el desempeño de quienes deberían llevar adelante la investigación y esclarecimiento”. Y apuntan específicamente a la responsabilidad del juzgado de Instrucción a cargo, “primero del juez Sebastián Gallino y luego de Eduardo Rossi”. También denuncian “la absoluta falta de solidaridad y preocupación manifiesta por las autoridades políticas y funcionarios de Gobierno”, así como también de “las autoridades de la minoridad por los chicos desaparecidos” y de las “instituciones de la espiritualidad, —distintas iglesias que nunca se acercaron—”. . El grupo tuvo que conformarse con dejar el documento en manos de la secretaria del Juzgado, pues el magistrado de Feria a cargo, Rodolfo Rojo, no se encontraba en el despacho. Antes de entregar el petitorio, Adelia Gallego dijo que si es necesario se va a encadenar en las puertas del juzgado hasta que se lo reciban. Luego señaló que esperaba que le den una respuesta porque está cansada de que en cinco años le digan siempre lo mismo. “El juez y todos dicen que están investigando, pero en la causa no hay avances. Le pido al juez que investigue donde ocurrieron los hechos, en la estancia La Candelaria —ubicada en Crucecita Séptima, departamento Nogoyá—, que no se guíe por las versiones, porque se está alejando y el tiempo pasa. Hay que llamar a declarar a mucha gente, quedan muchas cosas sueltas y misteriosas que no se pueden dejar pasar en una investigación”. Adelia Gallego, al momento de efectivizar la entrega del documento, solicitó que “se investigue en el lugar, que se vaya al hospital donde estuvo Gill internado y de donde desaparecieron los expedientes. Esas cosas no se han investigado”, aseguró. Luego de entregar el petitorio, Víctor Romero, un vecino que acompañó a los familiares, manifestó: “Es necesario acotar la falta de atención del Juez, hace cinco años que estamos luchando y el juez nunca está dispuesto a atendernos. En un principio porque había pasado muy poco tiempo y ahora porque otras cosas no pueden esperar. El juez Gallino le dijo a la familia Gallegos que se quedara tranquila, que para el año iban a aparecer, y en cinco años seguimos haciendo reclamos y no se esclarece nada”. “El juez de Feria no puede desatender lo que está haciendo para atender nuestro reclamo —reiteró—. Se sigue actuando de la misma manera que cuando se comenzó. Esto es muy grave, no tienen ni la delicadeza de atender a los perjudicados. Se están lavando las manos, no sólo con los seis desaparecidos, sino con todos los familiares que quedan”. Otro de los vecinos que se solidarizaron con la causa manifestó: “Estamos pidiendo que se esclarezca la causa. Si bien dicen que la Justicia es lenta, cinco años son muchos, es necesario que se atienda el caso, parece que por ser pobres no hay justicia”. A cinco años. El matrimonio compuesto por Rubén Gill, de 56 años, Norma M. Gallego, de 26 años, y sus hijos María Ofelia de 12 años, Osvaldo José de 9 años, Sofía Margarita de 6 años y Carlos Daniel de 3 años, desaparecieron hace cinco años. Una de las hipótesis que se manejaron era que habían viajado a Santa Fe a casa de familiares, pero allí nunca fueron vistos y esa pista fue infructífera. El intendente de Nogoyá, Faustino Schiavoni, se acercó a conversar con los familiares y amigos de la familia desaparecida hace cinco años. En diálogo con La Acción comentó que se presentó como “intendente y como ciudadano, porque he advertido que los familiares reclaman a las autoridades políticas, tanto locales como provinciales, el no acompañamiento u omisión en el caso. Vine a plantearles que como municipio, lo único que podemos hacer es brindarle una ayuda en la tarea logística”. “Si Adelia Gallego, que vive en Nogoyá, necesita medios para hacer algún trámite de la causa se los vamos a brindar. Ella tiene abogado, que es querellante, y es la única persona habilitada para solicitar los avances de la investigación judicial”, ofreció el jefe comunal. Más adelante, Schiavoni aclaró que como municipio pueden facilitar pasajes, comida o lo que necesiten, porque legítimamente no están habilitados para exigirles al Poder Judicial un informe de la investigación. Están muertos, no podemos intervenir. Vengo a aclararles que no es que no quisiera acompañarlos, sino que como dice un refrán: No hay comedido que salga bien. La verdad es que no tengo conocimiento en qué situación esta la causa y no me corresponde tenerlo; es el juez el que tiene que recibir las denuncias y ver la verosimilitud de las mismas para actuar en la investigación, no el intendente”, finalizó Schiavoni. (El Diario)