E

l corte de rutas hacia Uruguay es una moneda de cambio: sólo se levantará el día que la empresa Botnia anuncie que relocalizará su planta. Esa es la única alternativa que maneja la asamblea ambiental de Gualeguaychú frente al inminente fallo de la Corte Internacional de La Haya, que dará su opinión el martes próximo sobre la medida cautelar que presentó Uruguay para que, después de más de dos meses, se levanten los bloqueos. Tampoco hay ánimo ni para flexibilizar las medidas de fuerza. "La asamblea ya votó que la ruta estará cortada por tiempo indeterminado hasta que Botnia se vaya", dijo, terminante, el ambientalista José Pouler. "Si nos piden que levantemos, no lo vamos a hacer", desafió su par Daniel Pérez Molemberg, que el viernes pasado llevó su reclamo a las puertas de Buquebús, en el puerto porteño. El asambleísta advirtió que el bloqueo de la ruta 136, que une Gualeguaychú con Fray Bentos, se votó por tiempo indeterminado y no se pondrá a discusión ante la eventual decisión de La Haya de recomendar su levantamiento. Marta Gorresterazu, que fue la secretaria de la agrupación hasta hace 15 días, también se mostró escéptica con respecto a algún tipo de flexibilización de la medida. "No hay expectativa por el fallo. Es Botnia o el corte", sostuvo. El tribunal internacional ya decidió en contra de los intereses argentinos en el conflicto por las pasteras. Fue al fallar, por 14 votos contra 1, de manera negativa sobre el pedido del gobierno nacional de obligar a paralizar la construcción de las fábricas de la empresa finlandesa Botnia y de la española ENCE, que hasta ese momento todavía tenía intenciones de levantarse a orillas del río Uruguay. En aquel momento, la Corte sostuvo que no estaba probado el daño ambiental que podían provocar las dos plantas en un futuro cercano, y echó por tierra la medida cautelar que presentó la Argentina. Esta vez fue Tabaré Vázquez el que llevó el planteo por los cortes al tribunal al acusar al presidente Néstor Kirchner de no actuar para disuadir los bloqueos. También argumentó que el corte de la ruta le genera fuertes pérdidas económicas a su país, en especial, durante el verano. El pasado pesa entre los asambleístas. Muchos sienten que la Corte de La Haya no escuchó su reclamo anterior y que esta vez tampoco lo hará. "Son gente que no nos conoce, pero no personalmente, sino en la idiosincrasia; no conocen nuestro proyecto de vida", se quejó el ambientalista Juan Veronesi, para quien tampoco está en discusión despejar la ruta. Con bronca, recordó: "Nosotros pedimos la [medida] cautelar y nadie nos escuchó, y el resultado fue que Botnia nos enrostró en las narices su construcción". A pesar de que la asamblea había pedido al Gobierno que llevara el conflicto a instancias de la Corte de La Haya, Veronesi sostuvo que hoy "el criterio es independizarse" de ese tribunal. "Y lo haremos mediante la acción popular. Nuestros parámetros son muy distintos de los que aplica la Justicia", arremetió. También así lo consideró Gorresterazu. Para la ambientalista, el Gobierno fue el que decidió presentar el caso en La Haya. "Nosotros no tenemos competencia, lo debía hacer el Estado", agregó. En ese camino de aislarse de los tribunales internacionales, los asambleístas reclamaron diálogo con Uruguay. Y el destinatario de su pedido fue el propio Kirchner, a quien le entregarán en los próximos días una carta en la que le exigirán que retome las negociaciones. "No queremos un parque temático para tapar el desastre; sólo queremos que Botnia se vaya", cerró Pérez Molemberg. (La Nación)