L
a presión es por un trato equivalente al que reciben las firmas de la zona metropolitana de Buenos Aires y deriva en paros y protestas que ya obligan a los gobiernos provinciales a tomar medidas de corte local. El conflicto estalló esta semana en Córdoba y la administración de José Manuel de la Sota se vio obligada a otorgar un subsidio para evitar paros en empresas de corta, media y larga distancia. Se trata de un monto a distribuir por tres meses, el cual será de $ 2,1 millones. Además, se aplicará una eximición del pago del impuesto a los Ingresos Brutos por $ 1,350 millón, según indicó ayer el diario «La Mañana». El congelamiento de tarifas que intenta sostener el gobierno nacional sobrevuela en este grave problema que afecta a todas las provincias. Los transportistas del interior pretenden aplicar una suba en la tarifa, pero chocan con el límite que impone el Estado. El resultado son duras negociaciones que tienden a derivar en subsidios como los que acaba de definir Córdoba. El Subsidio Integral al Sistema de Transporte Urbano (SISTAU) que controla Nación otorga a empresas del interior $ 1.500 de ayuda por ómnibus, mientras que en el área metropolitana la cifra es de $ 7.000 por vehículo. El malestar estalló con fuerza a mitad de 2006, luego de que Néstor Kirchner firmara un decreto de necesidad y urgencia para desembolsar $ 395,5 millones extra para empresas de colectivos del área de Buenos Aires a través del llamado Régimen de Compensaciones Complementarias. Incluso desde la Federación Argentina de Municipios se pidió por una federalización de los subsidios. La situación se encuentra al límite en las principales ciudades del país, donde el transporte automotor es la única opción, ya que a diferencia de Buenos Aires, no hay trenes ni subterráneos. El boleto porteño es el más barato de todo el país (tarifa mínima de $ 0,75) y el planteo provincial sostiene que sería más racional subsidiar las del interior, que en todos los casos superan el valor de $ 1. Esta situación afecta especialmente a distritos como Rosario, Mar del Plata, Posadas, Neuquén, Resistencia, Paraná, Santa Fe, Mendoza y Salta. También en provincias más pequeñas sufren el problema. Por caso, en Catamarca las empresas de corta y media distancia negocian un aumento del boleto para poder solventar el incremento salarial de 19% que se otorgó a los choferes. Fuentes empresariales opinaron que la Nación debería duplicar la suma que otorga actualmente por el SISTAU y que oscila entre $ 700 y $ 1.000 por colectivo.